Ya llevaba un buen rato pedaleando y encaraba la subida al castillo de Serra, de cara al sol y sin frío. Se ve al fondo, justo por encima del manillar, aunque realmente no se llega hasta la fortificación, pasas al pie y despues hay que subir una senda entre pinares, que se retuerce ascendiendo entre escalones de rodeno.
El podenco que surgió de entre la maleza, nos miramos y lo dicho, aún pude hacerle una foto, despues desapareció, eso era nada mas empezar a pedalear.
Ahí estaba, ante la Bicipalo, cubierto por la misma escarcha que tiznaba de blanco el asfalto de la vía de servicio...
Unos segundos antes de encontrarme con el podenco, la visión de esos horizontes..., siempre la misma y siempre los mismos interrogantes..., pero al final, el placer de poder contemplarlos, aunque el penacho de la nuclear siempre esté ahí..., pero creo que soy el único que lo sabe, hay que fijarse para verlo y cuando lo ves por primera vez crees que es humo..., pero cuando descubres que es permamente y que el viento no lo mueve, caes en la cuenta.
Revisionar estas fotos me ha alegrado un poco, esta semana ha sido extraña y ahora mismo, de madrugada, los latigazos del ciclón que ha entrado por Cantabria están golpeando ahí fuera, zumba como cabreado y el toldo se estremece, las puertas chirrrian empujadaspor las corrientes que se cuelan entre las rendijas y a mi se me van las ganas de salir al monte con la bici, ya he quedado con Santi, pero creo que me voy a echar atrás.
Revisionar estas fotos me ha alegrado un poco, esta semana ha sido extraña y ahora mismo, de madrugada, los latigazos del ciclón que ha entrado por Cantabria están golpeando ahí fuera, zumba como cabreado y el toldo se estremece, las puertas chirrrian empujadaspor las corrientes que se cuelan entre las rendijas y a mi se me van las ganas de salir al monte con la bici, ya he quedado con Santi, pero creo que me voy a echar atrás.
Ha sido una semana extraña, una semana en la que me he quedado sin trabajo, he terminado los pedidos y ayer viernes, se puede decir que deambulé como descolocado, al final, por la tarde me acerqué al FNAC, buscando el último libro de Juan Luis Arsuaga, "Mi primer libro de Prehistoria"..., nunca habia estado y me sentí algo desorientado. Me decía a mi mismo.
- Tranquilo, Peter, muevete con soltura, fijate donde estan las cajas registradoras, busca la sección adecuada..., sube esas escaleras y ahora teclea en esa pantalla tactil, parecerá que lo haces de toda la vida..., bien, bien, sigue buscando
- Tranquilo, Peter, muevete con soltura, fijate donde estan las cajas registradoras, busca la sección adecuada..., sube esas escaleras y ahora teclea en esa pantalla tactil, parecerá que lo haces de toda la vida..., bien, bien, sigue buscando
No encontré el libro..., pero miraba a mi alrededor y observaba, veía a gente joven moverse con soltura, ojeando libros o camaras fotograficas, tomando un café o charlando en idiomas extranjeros. Veia rostros de muchachas hermosos y con sus rasgos faciales aún..., casi que formandose, aún sin las cicatrices de la edad o de las circunstancias, de las preocupaciones que poco a poco ensombrecen nuestros rostros. Escuchaba las conversaciones de los muchachos, los comentarios sobre el examen que habian tenido esa mañana..., tenía ante mis ojos, ante mis sentidos, a las nuevas generaciones, a gente que se estaba labrando el porvenir..., y yo allí, con restos de serrín en el jersey a rayas, al mas puro estilo Freedy Kruguer, mirando, como un observador invisible ante sus ojos, pero con el último libro de Eduardo Punset en la mano,"Por que somos como somos".
Volví a casa caminando, recordando mi juventud de estudiante, pésima y como para olvidar, envuelto en el polvo y en los papeles que levantaban los vientos que precedian al vendabal. Caminé sin prisas, llegué a casa, me tomé el café a solas, en la cocina, dejando de ver a los estudiantes buscando por el FNAC, dejando de escuchar sus conversaciones, dejando de vivir sus vidas durantes unos breves instantes... y levanté a mi padre. Despues sonó el móvil, era un cliente, los dosultimos sofásque acababa de hacer estaban mal, habia que rectificar todas las medidas y rehacerlos..., fué un golpe bajo que me dolió, pero bueno, me queda la excusa de que yo lo hice como me dijeron..., aunque el lunes le tendré que dedicarle varias horas que no cobraré.
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