Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

jueves, 20 de noviembre de 2014

FACEBOOCK Y EL HOMBRE DE LA SIERRA CALDERONA.

 
 
 
   
 
      En la novela el paisaje de la fotografía aparece nevado, Julio y Enrique lo contemplan conmovidos mientras el ocaso lo llena de luces intensas y ardientes..., será la portada de una novela que surgió de los muchos recuerdos y momentos vividos en ella, en la Sierra Calderona, por eso he abierto una pagina en Faceboock en la que iré contando capitulo por capitulo como la escribí y como fue surgiendo la inspiración, el porque de casa secuencia y que recuerdo la motivó.
  Sera un sincero making-of de "El Hombre de la sierra Calderona.
  Aquí os dejo el enlace por si quereis echarle un vistazo.
 
 
 
 
 
 

martes, 7 de octubre de 2014

LA SIERRA CALDERONA YA TIENE SU NOVELA.


 
 
 
El hombre de la sierra Calderona, ya esta terminada y lista para descargarse on-line, pinchando en el titulo llegareis a Bubok.  Han sido unos meses en los que he visto a la serranía y a mi perros de una forma distinta, me he fijado mas y he descubierto matices y detalles que antes me habían pasado desapercibidos.
  Ahora mismo me siento bien, he entregado a la serranía una parte de mi y de mis recuerdos, de muchos momentos inolvidables pasados en ella y que se los debía.
  Espero que os guste y que lleguéis a oír los latidos de la rehala como si la tuvieseis al lado.
   Mas adelante haré una edición en papel, corregida y pulida, pero de momento con esta primera edición me conformo para ir recogiendo criticas.

viernes, 19 de septiembre de 2014

LA PIEL DEL MONSTRUO (fragmento de "El hombre de la sierra Calderona"





  Julio buscó al ratonero entre las piedras y lo vio justo en el momento en el que daba un salto, un brinco que durante unas décimas de segundo lo dejó suspendido en el aire como si fuese una gacela asustada en la sabana africana.
   Moset aterrizó sobre sus cuatro patas y empezó a ladrar de manera rápida y nerviosa hacia el majano, agachando la cabeza, gruñendo y al tiempo retrocediendo asustado.
   Tula, Nela, Coca y Nati salieron catapultadas, dejaron la sombra del pino y pasaron rozando a julio, levantaron una polvareda y sonrió viéndolas entregadas a esa carrera desbocada hacia los ladridos de Moset.
   Esa era una de las imágenes que le llenaban de gozo, era uno de esos momentos íntimos, intensos, solo suyos y que compartía con la sierra Calderona como compañera inseparable de sus paseos y de su propia existencia. Se sentía un testigo excepcional, un privilegiado que podía viajar en el tiempo hacia atrás, cuando en la Naturaleza solo se percibían los sonidos que ella emitía, como el chirriar tenaz de las cigarras y los ladridos nerviosos de Moset y de las perras, unos ladridos que enmudecían cuando la brisa  de levante era capaz de colarse entre el pinar y de remover la piel muerta del monstruo, como si cobrase vida súbitamente.
   Incluso Julio se quedó quieto cuando descubrió la larga piel de la serpiente, ya partida en algunos pedazos, pero interminable y ancha, gruesa y escalofriante.

 

lunes, 8 de septiembre de 2014

LAS CIGARRAS DE LA SIERRA CALDERONA, fragmento de "El hombre de la sierra Calderona"




  

 Julio sonrió al recordar a Pere, entrando y saliendo de la basa para continuar con la partida de ajedrez, después se sentaba en las sillas de hierro lacadas en blanco y espantaba las moscas que acudían a chapotear entre las gotas de agua que perlaban su cuerpo.
   Aquel día las cigarras zumbaban excitadas y Pere las maldecía, se giraba hacia los pinos y blandía el matamoscas.
    - Malas  putas, no paran en todo el día y no me dejan pensar en la partida, ya verás como hoy me ganas.
     Julio sonrió al recordar a Pere buscando a las cigarras con la mirada.
   - Cuando hace calor se vuelven locas.
   - No lo creas, Pere.
   - ¿Como que no…?
   - Son las cigarras macho las que cantan y cantan para atraer a las hembras…, solo quieren follar…, entonces es cuando se callan.
   - Ah…, que curioso –comentó Pere, sonriendo y mirando con otros ojos hacia el pinar que les rodeaba y en el que las cigarras macho cantaban a las hembras- ¿y como sabes eso…?, mira que tengo casi noventa años y nunca lo había oído.
   - Lo he leído en las revistas que me trae Enrique…, aquí tengo muchos días y muchas horas para leer…, pero lo que mas me llamó la atención fue la forma de vida, las larvas que salen de los huevos se entierran hasta encontrar las raíces de los pinos o de los algarrobos, bueno del árbol donde la hembra puso sus huevos en las hojas y se alimentan de la sabia.
   Julio recordó el gesto de Pere cuando dejó el matamoscas junto al tablero y se arrellanó en el respaldo de la silla de hierro lacado en blanco, le miraba absorto y casi incrédulo.
    - Y al cabo de unos cuatro años de estar enterradas, excavan hacia arriba, salen de la tierra y suben al árbol, allí ya se transforman en adultos…, son las cigarras que estamos escuchando ahora mismo…, pero eso son las cigarras de aquí, en America hay una especie que está entre 12 y 15 años enterrada.
   Pere apretó los labios y cabeceó, se giro de nuevo hacia los pinos, escuchó el zumbido y volvió sus ojos al tablero.
   - Que curioso…, nunca se acuesta uno sin aprender algo nuevo –admitió apoyando los codos en la mesa de cerámica y concentrándose en la partida, un momento después cogió su Reina y la cambió de casilla.
   -Jaque –anunció sonriendo y volviendo a relajarse contra el respaldo.

miércoles, 27 de agosto de 2014

EL HOMBRE DE LA SIERRA CALDERONA.




   "El hombre de la sierra Calderona", un titulo sencillo para una novela corta que llevo escribiendo desde hace un mes, sin mas motivo que el de contar todos los momentos que he vivido en esas montañas, dando pedales con la Bicipalo, pero poco a poco la novela y sus protagonistas van creciendo y pidiendome mas parrafos, mas lineas..., algo mas que esas visiones que yo quería reflejar com palabras, sin embargo, hay algo más, el verdadero motivo de escribir este relato es el de contar todos esos momentos antes de que se me olviden o de que por la causa que sea, ya no pueda escribirlos y desde luego, la serranía se merece esta novela, se publique o no, guste o no guste, pero será mi presente y mi regalo para ella y todos los espíritus que la habitan.


 

EL HOMBRE DE LA SIERRA CALDERONA.



                                     



                                   CAPITULO I



    El PAI de la lloma.

   A Julio le sorprendió el frescor y el olor de aquella caseta encaramada en la lloma, estaba acostumbrado al aire acondicionado del banco en verano y al calor de la calefacción en invierno y le pareció increíble que aquella tosca construcción de piedra pudiese mantener una temperatura tan natural y agradable. Le apetecía entrar, pero se detuvo receloso al descubrir a las cuatro podencas pelirrojas. Sesteaban confiadas y somnolientas en el sofá y en dos balancines encarados hacia una rechoncha televisión.





   - Pasa, Julio, pasa…, que no te van a hacer nada, de pequeño te dabas buena maña con ellos y no les tenías el miedo que les tienes ahora…, y mira por donde me acabo de acordar, nunca te lo había dicho, pero estas son bisnietas de aquella podenca tuya que te dio el Pancha, aunque la tuviste poco tiempo, tu madre siempre decía que ella no mantenía ni a gosses ni a gossos, se la dio a Ferran y la perra acabó en una caseta que tenía en Casinos… y ya ves que cosas, ahora tanto tiempo después…, nos vuelves a echar a la calle, a ellas y a mi.
    - Esas son historias pasadas y desde luego, olvidadas, Toni…, ahora lo que importa es el ya y sabes perfectamente que no estoy echando a la calle a nadie. 
   Y volvió a mirar a las podencas, la caseta olía a ellas y a leña quemada, olía vagamente al socarrat de las paellas que colgaban, mostrando sus bases ennegrecidas, de unas paredes encaladas y apenas enlucidas, se adivinaban los bultos y los lomos de las piedras. Las bancadas de piedra pulida de la cocina formaban parte del salón y la cafetera de aluminio y las cazuelas estaban a la vista, igual que aquellos curiosos vasos, algo desgastados y decorados con una talla que le resultó familiar.
   - Esos vasos… -murmuró Julio.
   - La meua dona els alsaba…, eren de Nocilla.
   - Vaya…, ya lo decía yo…, bueno, la verdad es que se está fresco aquí dentro.
  - Si…, aquí se está bien pero fuera corre mas aire…, aunque eso ya lo sabias antes de visitarme, ¿verdad…?,  te vi cuando acompañaste a esos que nos querían comprar las tierras para hacer tu PAI.
  Julio suspiró y durante unos instantes apartó la mirada, pero fue a encontrarse con los ambarinos ojos de las podencas, las perras también parecían escuchar, parecían entender las palabras del amo y el tono de su voz.
 - Vamos a ver, Toni…, eso ya lo hemos hablado muchas veces, te aconsejé que vendieras cuando te hicieron la primera propuesta…,y no es mi PAI,  ya tan solo les concedo financiación…, y también sabes Toni que eso es riqueza para el pueblo, crea puestos de trabajo y…
   - No me sueltes el mismo cuento otra vez Julio –le atajó Toni, subiendo el tono de voz- ya tengo setenta y cinco años y he oído y visto demasiadas cosas, y eso de que aixo es riquea per al poble se lo creen los bobos, es riqueza para unos pocos, para los de siempre…., anda ven, anem fora.
   Atravesaron la casa y salieron a una terraza cubierta por un espeso emparrado, los enormes pampols creaban un dosel verde y luminoso del que colgaban racimos de uva embolsados primorosamente. Era un entorno sencillo y agradable, natural, acogedor, un plácido refugio en el que pasar la vejez.
    - Mira…, desde aquí se ve la playa, los campos de naranjos y la Sierra Calderona, a les gosses les gusta mucho cazar en ella, allí son felices y creo que yo también lo sería, dicen que es un Parque Natural, puede que el único sitio a salvo de la gente como tu y de tus PAIs…, las montañas casi siempre son azules, ¿sabes…?, pero cuando se pone el día, se vuelven rojas y es como si toda la Calderona fuese un carbón…, a la meua dona le gustaba mucho ver anochecer desde aquí…., mis abuelos también disfrutaban de la serranía, pero de otra manera, trabajaban en ella de sol a sol y después iban haciendo esta casa con la piedra de la misma lloma…, después trajeron la luz desde el pueblo, la pagaron a precio de oro y hace unos años yo me dediqué a ponerlo todo al día, hice la escritura del terreno y de la casa, pagué las plusvalías y todos los impuestos que me exigió el ayuntamiento…., también pedí permiso per fer una basa per els meus nets…, pero no me lo dieron y ahora en verano ya no vienen porque no se pueden bañar y ya ves, todo el mundo se hace una piscina…- Toni suspiró y bebió agua de un botijo de barro, alzándolo sobre su viejo rostro y sosteniéndolo con sus brazos resecos y tostados por el intenso sol del Camp de Turia - ¿ quieres…?.
   - No gracias, nunca he sabido beber al gallet.
   - Hay mucha gente que no sabe beber si no es en vaso…, parte de esos naranjos de abajo son míos, los compré por gusto…, me gusta pasearme con las perras y ver como van haciendo las naranjas…, están buenísimas. Después me marcho con todas estas… -Toni señaló a la rehala, habían ocupado los rincones más frescos de la terraza tumbándose sobre las rasillas de arcilla- todas son perras y hermanas y cazan de categoría, me gusta ir a botar conejos después de saludar al tío Paco, al tío Malea y a la Trini, que siempre anda quitando las malas hierbas con la aixaeta, dice que no le gusta echar veneno a la tierra, que luego pasa a las raíces y después a la fruta…, y algo de razón debe llevar…, y todo esto es mi mundo Julio, un mundo sencillo, un mundo en el que no molesto a nadie y que me ha costado muchos duros, aunque heredase la parcela y la caseta de mis padres.
   - Se que este es tu mundo, Toni…, y no lo vas a perder, eso si, perderás esta ubicación, ya sabes, en la reparcelación se vuelven a distribuir los terrenos y puede que te lo cambien de sitio.
   - Si, eso ya lo se…,y puede que me toque en el hondo, junto a la rambla, ahí ni se ve el mar ni corre el levante y cuando llueve en Ademuz vienen unas barrancadas que se lo llevan todo…, se que aquí tenéis proyectados unos chalets de esos grandes y lujosos, para gente de dinero…, pero es que Julio, esta es mi tierra y la tierra no se vende, nadie tiene derecho a sacarme de aquí ni a quitármela para dársela a los ricos.
   - Es la Ley Toni y sabes que yo no hice la LRAU, lo hicieron los tuyos…, los socialistas y ya ves, que contradictoria es la vida a veces.
  Toni cabeceó y apretó los labios, su mandíbula se deformó al tensarse sobre unas encías retraídas y con apenas dientes.
   - Quien te ha visto y quien te ve, Julio…, el dinero te ha hecho perder la cabeza…, hijo de un regador y ahora…, mírate, llenando de hormigón la tierra a la que tu padre daba de beber.
   - Mi padre ya faltó y mi padre cobraba por regar, no por dar de beber a la tierra…, ahora tengo mujer y dos hijos y tengo que darles de comer.., y de beber, sabes que no hago nada que no me permita la Ley…, pero bueno Toni, son muchos años de amistad y creo que podría interceder por ti con el agente urbanizador.
   - De amistad ya no queda nada…., a mi solo me queda la rabia, Julio…, y al tío Paco, y al tío Malea y a la Trini también les queda solo la rabia, ellos tampoco pueden pagar los costes de urbanización y mira, que al final me he aprendido todos esos nombres…, PAI, agente urbanizador, LRAU, segregación, reparcelación…., ¿sabes…? el tío Paco y el tío Malea querían pegarte un tiro y enterrarte en la serranía, la Trini te habría sacado las tripas con su aixaeta y yo…., yo prefiero hacer otra cosa, por eso te he llamado, espera.
   Julio siguió con la mirada el paso tranquilo del anciano, lo vio entrar en la caseta y sintió un escalofrío cuando volvió a la terraza con una vieja escopeta de cañones paralelos entre sus manos.
   - Por Dios Toni…, ¿que vas a hacer…? –murmuró con un hilo de voz.
  - Tranquilo Julio, que a ti no te va a pasar nada…, mare meua, hace mucho tiempo que no paso revista de la escopeta, espero que aún dispare, desde que cazo con las perras ya no he vuelto a tocarla…, ¿sabes…?,  no puedo ver como me quitas la tierra y tampoco puedo entender como la Ley lo permite…, ya estoy demasiado viejo como para empezar a pleitear contra el agente urbanizador y no creo que me queden muchos años de valerme por mi mismo…, -confesó Toni, abatiendo los cañones y comprobando que  el cartucho  del 12   seguía ocupando la recamara izquierda-… mi mundo era este y lo vas a destruir para ganar unos millones de pesetas…, si ya se que ahora ya no hay pesetas, pero me da igual, yo sigo contando en pesetas o en duros…., me recuerdan a otros tiempos, mejores que estos, desde luego…, tampoco no me veo en una residencia, haciendo cola para que me duchen o para que me limpien la mierda. Julio…., espero que nunca te olvides de este momento, lo voy a hacer por ti, ya  no podría vivir sin mi tierra, esa que mis padres compraron dejándose media vida, jamás me lo perdonaría y ni creo que pudiese vivir con esa pena, se que me la vas a quitar, por eso quiero que no te olvides nunca de este momento…, igual así consigo hacerte pensar, igual te abro los ojos para que veas todo el daño y el mal que estas haciendo, te voy a pagar con lo que es mío, con lo que mas valor tiene…., ¿sabes lo que quiero decir…? te voy a pagar con mi vida.
    El anciano abrió la boca desdentada, se metió los cañones de la escopeta entre las encías desnudas, clavó sus ojos en los del director del banco y sus pupilas estallaron al mismo tiempo que el disparo resquebrajaba su cráneo y asustaba a las podencas.




                            
  

miércoles, 4 de junio de 2014

DORITA..., "ALA QUEBRADA" HA REGRESADO.



  
 
  Dorita, hacer fotos a los vencejos con la reflex ha sido mas dificil que con la pequeña Canon compacta, el enfoque automatico de la Nikon no lograba cazar a las guadañas voladoras, pero eso si, el disparo a rafagas ha sido de ayuda, pero al final he tenido que usar el enfoque manual, calculandolo a la distancia a la que pasaban los vencejos cuando se acercaban a la junta de dilatación donde tenian el nido, esquivando el mismo cable que el año pasada le quebró las remeras.


 
   Pero la mejor foto la ha hecho una camara prodigiosa..., con mis propios ojos, he podido reconocer a Ala Quebrada, tenia su ala casi recuperada, pero le quedaba un pequeño hueco entre las plumas, imperceptible para la Nikon, pero no para mis pupilas. Ha sido un momento emotivo, Dorita..., Ala Quebrada y su pareja habian regresado.








viernes, 18 de abril de 2014

EL CEREZO DE LA SIERRA CALDERONA.



    



 Florecia en la soledad de la Font del Berro, el cerezo abria sus flores blancas sobre el fondo azul de un cielo límpido y sobre el verde palido del pinar, a veces decorado con las bulbosas pinceladas rojizas del rodeno. 



  Todo era calma, se escuchaban las llamadas de las avecillas, silvidos y cortas melodias que se extendían por las gargantas y entre los valles. Eché el falta el repiqueteo del picapinos y el zumbido de las avispas alrededor de la fuente, pero apenas si habia agua, apenas si habia llovido durante el invierno y las flores no terminaban de despertar, salvo las del cerezo, que se abrían en medio de un intenso zumbido. 



Las abejas se emborrachaban con su polen y yo pensaba en el hermoso espectaculo  de la floración de los cerezos en el valle del Jerte..., yo tan solo habia pedaleado una hora por la sierra Calderona y contemplaba la esencia de ese mismo espectaculo.





domingo, 30 de marzo de 2014

SIEMPRE HABRÁ UNA LINEA PARA LOS GALGOS Y LOS VENCEJOS... EN MI VIDA.



http://www.bubok.es/libros/232071/EL-ESQUELETERO-QUE-ADMIRO-A-GRANT-FEATHERSTON
Pinchando en la imagen os podreis descargar el libro.
  



 En los post siempre hablo de mi o de ellos, de los galgos, de los vencejos, de la manada o de los bichos que nos encontramos en nuestros paseos por el monte, por cierto, el sabado vi mi primera golondrina y era golodrina, que no avión común.
   Y me imagino que por eso, porque ya forma parte de mi vida, les he hecho un guiño en mi ultimo proyecto literario, se titula "El esqueletero que admiró a Grant Featherston" y en el cuento algo de lo que ha sido mi vida laboral y como la irrupción en internet me esta permitiendo mantener la cabeza fuera del agua de esta crisis brutal que sigue amenazandonos con ahogarnos.


 
   Llegar a fin de mes para poder hacer frente a los recibos domiciliados, se convirtió en una extenuante carrera de fondo. Durante meses me sentí como un galgo cegado tras un matacán.


  Yo seguía imaginándome  que era uno de los galgos de Paúl y corría y corría, me dejaba llevar por una especie de fantasía infantil.


Todas las mañanas un vencejo descendía del sueño en vuelo con una de sus alas casi rota, le bauticé como Ala Quebrada porque a simple vista se le podía reconocer. Todas las mañanas bajaba esquivando el cable de acero que posiblemente le quebró el ala y daba a su polluelo su toma, en aquella junta de dilatación.






sábado, 29 de marzo de 2014

UN CHIHUAHUA BAJO TIERRA.




   


 El bosque fascina a la manada y a mi también, les observo moverse alrededor de las matas de esparto, husmear entre las punzantes coscojas y olisquear en las entradas de las madrigueras que los conejos han excavado bajo el tronco muerto del viejo algarrobo. La corteza ya ha perdido su color y los musgos y los liquenes van consumiendo su madera lentamente y abriendo huecos por los que Cecil no duda en escurrirse.
  Le veo desaparecer bajo tierra y me tumbo sobre la hojarasca esperando a que termine su inspección, le escucho gruñir en el tunel y unos instantes despues se asoma y me dice.
   - Limpio, no hay conejos, vamos a otra toponera

viernes, 7 de marzo de 2014

ENTRE LIRIOS Y BISONTES.



      Incluso el fresco de la mañana empieza a ser distinto, es menos intenso y ya no hunde sus colmillos de hielo en las mejillas, algunos aromas empiezan a flotar en esa atmosfera limpia del amanecer y las avecillas alborotan con las primeras luces, revoloteando bajo el alero o saltando entre ramas repletas de verdes yemas.
   Pensé en ellos, en los lirios que brotan todos los años en la curva del Campillo o en la cima del monte Armenia y despues del paseo con la manada pedaleé hacia esa curva, mirando hacia los taludes rocosos, buscando los colores azules de esos lirios que siempre se adelantan a la primavera y que siempre brotan antes que las estepas.
  Y allí estaban, no eran muchos, apenas media docena que habian florecido pese a la sequedad del invierno. El ciclo de laVida se repetia ante mis ojos y la Calderona empezaba a vestirse de colores.



 La naturaleza despertaba e incluso descubrí a una manada de bisontes que sesteaban en el pedregoso lecho del barranco de Carraixet, aún con el pelaje invernal, fue impresionante.