Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

domingo, 29 de enero de 2012

LAS GAVIOTAS YA NO PESCAN.



Desde hace unos años, las gaviotas ya no pescan, ya no forman esa ruidosas nubes que seguían a los pesqueros de bajura cuando regresaban de faenar y los marineros iban seleccionando la pesca y arojando al mar la morralla. Para ellas era fácil dejarse caer y recuperar esos pececillos..., parece que aquellos pesqueros han desaparecido y con ellos las gaviotas. En algún momento algunas de ellas debió seguir a algun camion de basuras hasta descubrir los inmensos vertederos de tierra a dentro, unos años despues cientos de gaviotas migran hacia los vertederos a primera hora de la mañana.
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Salen desde los astilleros en pequeñas formaciones que a veces vuelan en V y otras en bandos dispersos, sobrevuelan la ciudad lanzando sus graznidos, esas voces que soliamos asociar al murmullo de las olas, al olor del salitre, a la vision del mar.
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Terminan comiendo de los vertidos, escarbando entre las basuras y al medio día regresan al Parque de Cabecera, se refrescas entre sus aguas y a veces depredan sobre los polluelos de las aves acuáticas que nidifican entre las espadañas
. También las he visto acosando en vuelo a esas mismas cercetas, perseguirlas hasta separarlas del bando.
Es la influencia de homo, la intromision de homo en todos los nichos ecológicos del planeta, es la huella que erosiona y distorsiona, que contamina y que expolia para su propio consumo y sin mirar atrás. Sin importarle el erial que deja a su paso.
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Un contraluz en el que se guarece un mirlo que espera a esos
primeros rayos del sol, que lentamente descenderán desde los
edificios hasta esas praderas empapadas por el rocio, por la
humedad que el viejo cauce sigue rezumando desde sus pro-
funbdidades.


El sol del amanecer incide en los edificios mas altos, mientras tanto,
el viejo cauce del rio Turia, permanece a la sombra. Me recuerda a la
vision de la Sierra Calderona cuando amanece, sus hondos permacen
en penumbra mientras sus cumbres se iluminan llenandose de vida.

6 comentarios:

Ars Natura dijo...

En Huelva parece que se ha corrido la voz y son cientos de miles las gaviotas que se internan tierra adentro para retozar en un vertedero, impresionante verlas pasar a primera hora de la mañana en invierno.

He visto por ahí que a la gene le gusta pasear por tu querida Sierra Calderona, echa un vistazo por si te has cruzado con alguno de ellos:

http://senderismogispert.blogspot.com/

Pedro Bonache dijo...

Goyo, es increible como se adaptan..., si es que estamos sacando todo de madre.
Pues es que la Calderona está mjuy cerquita de Valencia, a unos 25 km, es una auténtica escuela de senderismo y de ciclismo de montaña...., pero ante todo todo deberia ser una gigantesca aula mediambiental.
Siempre me cruzo con senderistas, de hecho el ultimo grupo iba acompañado por perros, entre ellos una galga...., me paré y nos hemos hecho colegas, hasta el punto de que ya he guiado una excursioncita,

Jesús dijo...

Yo, que vivo a poco más de 2Km en linea recta de la Calderona, veo todos los días volar las garcetas a escasos metros de mi casa, supongo que irán a algún vertedero cercano.
La verdad es que, como todos los seres vivos (algunos más rápidamente que otros), las gaviotas se adaptan y, para ellas es más fácil aún encontrar comida en los vertederos que en el mar.
No es más que otro ejemplo de la mano del hombre rompiendo el equilibrio "natural" y provocando explosiones demográficas de especies y extinciones de otras.
Pero siempre he pensado que la linea que separa esta intromsión de un comportamiento digamos "natural" (progresar o crecer como especie) es muy fina y dificil de trazar.
Al fin y al cabo, como las gaviotas, todos buscamos nuestro propio bienestar y el de los nuestros, muchas veces necesariamente a costa de otros seres vivos.

Pedro, justamente estaba rumiando algo sobre este tema...el jueves en su kiosko virtual habitual.

Un abrazo
Jesús

Pedro Bonache dijo...

Hola Jesus, a las garcetas me las suelo encontrar en alguna rotonda, ya cerca de Bétera, en el poligono nuevo de L´horta Vella, y a veces en el pequeño humedal que se forma en un vado del barrranco de Carraixet, que corre por allí bajo.
Esperaré al jueves.....

Antònia dijo...

Tus palabras me transportan a esa sierra Calderona amaneciendo, mientras no puedo evitar pensar que ese Homo del que hablas está empujando a los que están por debajo de él a seguir el mismo camino de las gaviotas... abandonar el mar para alimentarse en los vertederos.

Pedro Bonache dijo...

Antonia, el mar sería la felicidad, el dia a dia, la vida con alguna ilusión, con ganas de vivirla, con ganas de crecer y sentir mas profundamente...., el vertedero es esa influencia manipuladora que nos aleja del sentir, de la calma, del sosiego y nos empuja a eso a la miseria mental y economica.