Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

viernes, 13 de febrero de 2009

" POR QUÉ SOMOS COMO SOMOS" de Eduardo Punset.

El día que visité el FNAC, no pretendía comprar este libro, buscaba “Mi primer libro de Prehistoria”, de Juan Luis Arsuaga, pero después de haber leído, ”El alma está en el cerebro” decidí continuar siguiendo la pista a Eduardo Punset y la verdad es que acerté, por cierto, el libro de Arsuaga va camino de convertirse en una rareza, está agotado y no lo he encontrado por ninguna parte, en el fondo eso me alegra, entiendo que si “Mi primer libro...”, estaba destinado al publico joven y ha sido vendido por completo quiere decir que poco a poco la prehistoria va interesando a la sociedad. Bueno, la cuestión es que deberé esperar a la segunda edición para poder leerlo, comentarlo y regalarlo a un niño y a una niña que se que lo valorarán.

“Por qué somos como somos”, nos habla de eso, de nuestra personalidad, del sentido de nuestros actos, de nuestros orígenes biológicos..., sin embargo, la portada del libro, a mi parecer de un color algo aséptico, nos hace un guiño con un signo ortográfico, que yo no descubrí hasta unos días después de estar leyéndolo. Yo veía una especie de espina dorsal, algo así como el núcleo de nuestro organismo..., formada con muñequitos con los brazos y las piernas extendidas, cuando realmente era y es un signo de interrogación. Entiendo que Punset no responde a esa pregunta trascendental que da titulo a su libro, realmente él se la está haciendo, por eso rastrea con ayuda de su propia inquietud y conocimiento, entre nuestro pasado conocido, por eso entrevista a personalidades del mundo de la antropología, de la psicología, de la neurobiología..., para hallar respuestas, para arrojar algunas luces sobre nuestra fascinante y enigmática complejidad como humanos.

Y en ese peregrinar lleno de dudas, de preguntas, de cuestiones..., va acumulando experiencias que relata con un estilo ameno, sencillo y fácil de entender..., sin necesidad de tener una carrera universitaria, de hecho creo que los títulos de esta colección titulada “Biblioteca Redes” van enfocados a despertar la curiosidad por el saber sobre nosotros mismos y nuestro entorno.

Punset nos describe con ritmo y brío ese inicio de la vida en La Tierra hace unos 3.500 millones de años...,ese ambiente dantesco y terrible de una corteza terrestre bombardeada con bólidos, con meteoritos, con pedazos de asteroides que surcaban esos cielos sin atmósfera, sin oxigeno dejando sus estelas incendiarias, silbando y detonando sin que ningún ser vivo fuese testigo..., cuenta como surgen las primeras estructuras básicas, aminoácidos concretamente en ese caldo de cultivo, en las masas acuosas, en los océanos primigenios, en la sopa ancestral..., de aquellos primeros millones de años..., y me recuerda a algunas de mis lecturas pasadas, me refresca esos sencillos conocimientos que fui descubriendo gracias a mi afición a la prehistoria. Como por ejemplo el hecho increíble de que fuese un desecho de la respiración bacteriana lo que nos halla permitido ser como somos..., organismos superiores que utilizan el oxigeno para respirar. Las bacterias crearon ese oxigeno..., aunque realmente, como cuenta Punset, el oxigeno es tóxico, un auténtico veneno..., él lo explica bien, es cuestión de leer el libro. Y es precisamente, hablando de ellas, cuando nos hace ver que si hay algo casi inmortal en este planeta, ese algo son ellas..., las bacterias, que estaban aquí mucho antes que nosotros y seguirán estando bastante tiempo después.

Punset escribe su libro lleno de curiosidad y nos la trasmite, sin entrar en polémicas teológicas, afortunadamente. A través de sus páginas nos conduce hacia el origen de la reproducción sexual, nos comenta sus ventajas y sus inconvenientes. Nos invita a reflexionar sobre nuestro comportamiento, ofreciéndonos lo que la ciencia va descubriendo, de que forma influyen nuestros genes, de que forma nuestro cerebro actúa y modifica nuestros comportamientos. Hay momentos en los que llegas a pensar, como lector, que nuestras vidas no son mas que meros actos teatrales, en los que nosotros mismos, somos unos actores dirigidos por millones de bacterias y células, las que nos forman, cuyo único sentido es la supervivencia, la reproducción y la transmisión de sus genes. Eso si, tendríamos capacidad para escribir nuestros propios guiones, que sería nuestra vida, nuestro entorno familiar, nuestras relaciones sociales...

Inevitablemente, nuestro autor debe viajar a la Prehistoria para darnos mas pistas de porque somos como somos..., y retrocede hasta hace unos 40.000 años, justo cuando se calcula que se produce el gran salto cualitativo de nuestro cerebro, sería el momento en el que se activan las famosas neuronas “espejo”, esas nuevas sinapsis que nos llenarían de empatia, de ternura y propiciarían un cambio de comportamiento. Ya no sería la supervivencia por la supervivencia, seriamos capaces de quitarnos parte de nuestra comida para dársela a otro, seriamos capaces de cargar con un enfermo o de llorar por el dolor de otro, de ponernos en su piel, de reflejar su dolor en nuestro cuerpo, de llorar y de sentir angustia aunque nosotros estuviésemos sanos..., pero Punset no se entretiene demasiado, hay demasiadas cosas que contar, por ejemplo los últimos avances en neurobiología aplicados a la educación de nuestros hijos desde el mismo momento del parto..., siempre prematuros desde el momento en el que comenzamos a caminar sobre las piernas..., y volvemos a la Prehistoria, es que si no lo cuento reviento. Para que pudiésemos dejar el dosel selvático y movernos erguidos sobre los nuevos paisajes que rodearon a homo en el África natal, tras los cambios climáticos, fueron necesarios unos profundos cambios en la musculatura y en la estructura ósea de la pelvis, en ese momento, el canal de parto de las hembras se reviró y se estrechó, al tiempo que el cerebro aumentaba de tamaño y dificultaba aún mas los partos en su tiempo normal, que eran bastantes mas de nueve meses. En ese momento los recién nacidos son traídos al mundo demasiado pronto, son extremadamente vulnerables, incapaces de sobrevivir unas horas por si mismos y con sus mentes en blanco, receptivas a todo lo que la madre le vaya trasmitiendo, las emociones que esas criaturas irán gravando en sus neuronas hasta mas o menos los 6 años. Con esos parámetros emocionales se enfrentaran a la vida, a las relaciones sociales, a sus miedos, a sus fobias.

Yo lo he contado así de pasada, pero el autor nos explica el porque de la importancia del amor hacia nuestros hijos en esos primeros y decisivos años de nuestra vida.

Punset cuenta bastantes cosas más, algunas curiosas, todas interesantes, todas necesarias para saber un poco más sobre nosotros mismos.

“Por qué somos como somos” es un libro de varias lecturas, es un libro de consulta de esos que no se pueden prestar a los amigos porque en cualquier momento podemos tener una duda o un recuerdo confuso que necesitaríamos consultar.

Yo, el llamado Bicipalo, recomiendo sinceramente su lectura y sus relecturas.

Podría seguir comentando capitulo por capitulo, pero creo que con esta reseña es suficiente..., el resto hay que leerlo, sin miedo, aunque no sea una novela que todo el mundo ha leído, aunque no sea un libro de esos que descubren el secreto de la dicha eterna, aunque no sea la biografía de algún personajillo decadente de los programas rosas o de la farándula.

Leamos coño, leamos.




2 comentarios:

María Hernández dijo...

Vaya, así que es verdad tu "enganche cafetero", jeje.

No te lo vas a creer, pero lo tomas como yo, en un vasito, nada de tazas, igualito que el que tengo en casa, o también en casa de mis padres..En fin, yo soy la del café en el vasito.

Por cierto, tómate un respiro cuando puedas y mira el último post de Punset...es un documental de una cadena local. No tiene desperdicio. Como dice alguno de los "comentaristas" del blog... "con las típicas reflexiones cientifico-punsetianas", jajaja.

Aquí, en Tenerife, hoy comienzan los carnavales, así que no sé si tendré muchas ganas de escribir, después de pasarme unas horitas dándole a la cadera, pero lo intentaré.

Un saludito.

Pedro Bonache dijo...

Que bueno lo del vasito,la verdad es que tiene una pizca de leche condensada, pero no se aprecia en la foto...
Dandole a la cadera..., ¡por los clavos de Cristo...!, tengo demasiada imaginación, ja, ja, ja.
Maria, los respiros me los tomo cuando leo tus comentarios o tus post.
Saluditos y a bailar.