Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

lunes, 18 de junio de 2012

CORRE GALGO CORRE, CORRE HASTA MORIR (fragmento de "El verano de los perros flacos" )



El matacán giró a derechas, corrió y saltó al carril, enfiló hacia las ruinas de los corrales y Tirma y Atis saltaron sobre el mismo camino tras él, viraron a derechas y volvieron a engalgar, a cebarse y a cegarse en las zancadas, en la persecución extenuante que surgía empujada desde cada fibra de sus haces musculares, pero ya llenos de una sangre negra, oscura, repleta de tejido roto y de cetonas, casi sin oxigeno, contaminada por la asfixia que lentamente iba dañando los músculos cardiacos de las hermanas y que iba llenando de polvo y tierra los alvéolos pulmonares, cerrando el paso al oxigeno, al aire que alimentaba al organismo llevado al limite, al ente biológico convertido tan solo en músculos y piel, en unas patas que no podían parar y en unas afiladas cabezas repletas de salivas, de espuma blanca que resbalaba desde los largos hocicos y que empapaba el formidable pecho en forma de una quilla que embarrancó contra la tierra cuando los huesos de las patas de Atis se reblandecieron, cuando la galga sintió como caía, como su tórax se desgarraba y como hundía en hocico contra el carril. Se quejó, lanzó un gañido y resbaló inerte sobre la tierra. Tirma tropezó con ella, rodó por encima del camino, se levantó y empezó a mover sus patas nerviosamente, sin sentido, como dando latigazos, pateando. Se tambaleó, trotó de medió lado y se derrumbó en medio de un jadeo acelerado, desesperado, con los ojos inyectados en sangre y con una grotesca mueca, mostrando los caninos, enseñando una mandíbula desencajada, bañada en espuma, entre salivas y con el corazón encabritado bajo las costillas, latiendo a punto de desgarrar sus cavidades, a punto de resquebrajar arterias y sus venas, apretadas y comprimidas por unos músculos contraídos y petrificados.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Tu y tus perlitas abriendo boca.
Espectacular parrafo Pedro.
Que ganitas hay ya de leerla como toca.

Un abrazo

Pedro Bonache dijo...

Jesús y que ganitas tengo yo de terminarlaaaaaa.....¡¡¡¡¡, que ganas tengo de que por fin todos cobren vida literaria..., ya queda menos, ya queda menosssss.