Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

sábado, 4 de febrero de 2012

Hielo, viento, invierno.





El dormitorio aquí en las llamadas Tierras Altas da al norte, es una habitación fresca en verano y gélida en invierno, incluso el cortante vendaval de esta noche penetraba por el registro de la persiana y aullaba por encima de las mantas que me cubrían.
Como siempre, pensé en los gorriones que todas las noches se guarecen ente las ramas de la buganvilla, entre las más altas, entre las que tocan el alero del tejado. Ahí ahuecan sus alas, cierran sus ojos y soportan el frío, el viento, la noche.

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Ha amanecido un día luminoso, pero seco, sin rocío helado, sin escarcha pero si con los hielos petrificando los charcos. Los mismos charcos en los que suele abrevar la manada y en los que el agua de las lluvias se suele quedar durante varios días, hasta que poco a poco se va evaporando, hasta que lentamente la tierra va bebiendo de ella.
Observaba los charcos, las líneas que formaban las distintas capas congeladas y creía estar viendo los polos, el Ártico o la Antártida, creía estar viendo la tundra o la taiga, creía estar viendo la Vida detenida en medio de esos climas extremos, en medio de esas largas noches, casi interminables o entre esos días en los que el sol nunca llega a ponerse.
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Pingüinos, focas, osos polares, zorros árticos…, vida entre los hielos, entre los icebergs, azules y blancos, crujidos y viento, la algarabía de las aves acuáticas y de esos mismos pingüinos apiñados, apretujados, turnándose para aliviar a los compañeros en su exposición a los cuchillos, el mugido de los leones marinos. Sonidos alejados de homo, sin palabras, sonidos de la Naturaleza, de la esencia de la vida cruda, fría, dura, sin concesiones.

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Hoy parece que ese clima ha escapado de los polos y se ha asomado a la Vieja Europa, como hace unos 10.000 años, cuando la ultima glaciación arrasó el continente. Parece que se ha asomado para recordarnos que somos…, simplemente un ser vivo mas capaz de reír y de disfrutar con la nieve y de morir congelado mas rápidamente que esos gorriones que invierno tras invierno se guarecen entre las ramas de la buganvilla.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Ha tardado en llegar pero ya está aquí... Como escuché el otro día por la tele: Esto de la ola de frío siberiano es lo que antes se llamaba invierno.

Más que el frío (que tampoco es que sea tanto) es este viento infernal...El sábado mientras lo escuchaba silbar y veía cimbrearse las palmeras del vecino le dije a Vega: "mañana no sale en bici ni Bicipalo".

Espero haber acertado en mi predicción...

Pedro Bonache dijo...

Y acertaste de pleno, Jesus, saliente como era de esa curiosa gripe que me provocó esa peculiar sordera y el aturdimiento mental, pensaba que estabamos en Fallas, imaginate...., no me sentí con fuerzas para pelearme contra el el viento y el frio. Mi organismo no estaba para enfrentarse al General Invierno..., preferí mantenerme agazapado en la trinchera.