Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

domingo, 19 de abril de 2009

Buscando la primavera a pedaladas y encontrándo a la peña BTT de Moncada.







Mia, también llamada “Ojos de Miel”, me mira sentada sobre sus cuartos traseros, vista así, con las orejas plegadas y la mandíbula en un escalofriante primer plano parece una Pit Bull..., pero no lo es, desde luego que no, es una mezcla de podenca maneta y algo mas, una perrita inquieta y cariñosa, incansable y llorona. Norton esta a mi derecha, cabizbajo y como triste, seco y delgado..., después de dos semanas persiguiendo a Mia para montarla, la perra esta en celo y el galgo ni come ni descansa..., y ahora esperan ansiosos a que me termine el café para que les de una vuelta por los pinares.

Acabo de llegar dar una pedalada por la Calderona, de buscar a la primavera con los primeros rayos del amanecer..., me apetecía mucho, la semana anterior no salí y mis ánimos se van desmoronando día a día, después de un invierno duro, largo y tenaz, ventoso y frío, húmedo y con nevadas que nos han barrido una y otra vez, incluso con un huracán que azotó la cornisa cantábrica y que acabó con la vida de los jóvenes de Sant Boi de LLobregat..., esa tragedia me afectó mas de lo normal, fue como una gota mas, como otro empujón que hizo tambalear mis ánimos, mis recursos mentales para mantenerme a flote. Los días sin sol, los fines de semana pasados por agua, los gélidos vientos del norte castigándome cada vez que salía con la Flaca a la carretera, un chaparrón que me caló ya de vuelta a casa..., y los problemas del trabajo, la facturación cayendo en picado, los mas de cinco años atendiendo a la hemiplejia de mi padre, últimamente la caída de mi madre rompiéndose la muñeca..., y hace poco hace unos tres días, otra noticia inquietante. A mi hermana mayor, a Rosalía le han detectado un tumor en el conducto biliar, su cuerpo ya se estaba intoxicando y tuvieron que intervenirla para puentear la obstrucción. Nos han dicho que es algo serio, aunque aun no sabemos si ese tumor es maligno o benigno..., pero hoy debía de pedalear, hoy debía buscar a esa primavera que durante los últimos años me ha acogido entre las pistas de la Sierra Calderona. Nunca me ha fallado y su estallido de vida, de aromas, de flores y de trinos..., me ha permitido resucitar, sonreír, llenándome de esa energía que emanaba de la misma serranía, sintiendo esos primeros rayos del sol sobre mis piernas desnudas, sobre mis antebrazos..., pero este año, el frío parece atenazarme, parece adherido a mi piel como en forma de millones de cristalitos clavados en ella..., aun salgo de largo, con el pasamontañas y con un pijama de esquiar bajo el maillot...,como hoy, a unos 10 grados y con ese viento del norte volviendo a soplar, rasgando las nubes sobre las cimas de la sierra y desplazando las brumas marinas, como desnudando las crestas de las montañas al amanecer, ante mis ojos tras las gafas de sol..., mientras pedaleo hacia ellas











Me esperaba una sorpresa algo mas adelante, justo cuando me he desviado hacia el aparcamiento de Porta Coeli, para tomar el bonito camino que remonta hacia Potrillos. Allí me he encontrado a los socios de la populosa Peña BTT de Moncada, bajando de los coches, preparando las bicis, luciendo sus inconfundibles equipaciones azules y rojas. He preguntado por Arcadi, él fue quien me contestó desde la web del grupo cuando les envié hace unos días un correo pidiéndoles unas direcciones de Internet. Apenas si he charlado un rato con uno de ellos, con un hombre ya madurito y de cabellos espesos, algo rebeldes y entrecanos. Le he preguntado si no han tenido problemas con algunos de los guardas del supuesto Parque Natural de la Sierra Calderona. Hay una normativa, tan absurda como la propia gestión de esta serranía, que prohíbe circular a más quince ciclistas juntos si no se pide permiso a la dirección del supuesto parque.

- No hemos tenido problemas porque de momento no nos hemos cruzado con el Seprona ni con los forestales.

- Vaya, vaya..., a nosotros nos estrangulan con normativas elaboradas por patanes de oficina y sin embargo en PAI de la Masia de la Torre ya esta aprobado, aunque es obvio que quince ciclistas hacen mas daño a esta sierra que 4.500 chales, que un campo de golf, que un hotel, que un área de servicios con supermercados, tiendas garitos...

Y justo en ese momento, mi interlocutor me señala hacia la carretera.

- Mira, ese es Arcadi.

Ha ha estacionado junto a nosotros, me he presentado y se ha formado un disimulado corrillo a nuestro alrededor, bueno, realmente en torno a mis vestiduras de cromañón, en torno a la bicipalo decorada con bisontes, mamuts y ciervas..., no han podido reprimir alguna risa..., es normal. Imagino que yo también me reiría de alguien como yo, con mis pintas..., pero bueno, ya es algo habitual.

Le he dado las gracias por la atención que tuvo al contestarme enseguida y he continuado dando pedales hacia los campos que circundan a la Cartuja de Porta Coeli..., al poco empezaba a subir por la estrecha pista forestal, rota, cuarteada y repleta de estratos de rodeno que trepa hacia la dura rampa que se levanta poco antes de alcanza la Font de Potrillos..., pero he parado cuando las he descubierto, deseaba encontrarme con ellas, crecidas entre los campos de olivos, a la izquierda del camino..., ellas solían llegar con la primavera y ahí las he descubierto, pero de otro color.

Las grandes amapolas que crecen en este vallecillo guarecido entre el monasterio y las frondosas faldas del Charchán y la Gorisa..., pero lo especial de estas amapolas es que eran de un color lila muy semejante al de las estepas, pero este año las descubro rojas y escasas.




Sigo ascendiendo, mirando a esas mismas matas de estepas que flanquean el camino de tierra roja, los pétalos de sus margaritas deshojadas destacan sobre ese suelo ocre y húmedo, a la sombra de los pinares y matorrales que crecen volcados sobre la pista.

He tomado un desvío para no tener que subir por la rampa de Potrillos y he vuelto a disfrutar de unos pinares crecidos en la umbría del valle, oscuros y con los suelos cubiertos de humus, silenciosos y sin haber sufrido ninguno de los incendios que han azotado estas montañas en las ultimas décadas...,










Y cuesta arriba he coronado bajo el llamado Rincón de la Miseria, de ahí un descenso cara al sol y de cara a Serra, hasta que he girado a la izquierda, por un tramo asfaltado que serpentea en ascenso hasta enlazar con la pista forestal que sube desde unos apartamentos a la salida del mismo pueblo serrano.












Volvía a rodar sobre tierra, afrontando una larga y solitaria subida, pero sonriendo al recordar la charla que tuve ayer con mi amiga Maleni, vía Messenger pero con webcam, pude verla por fin, ver su risa sincera y sus hermosos cabellos negros, rizados, largos..., ella no podía verme, mi ordenador es del pleistoceno, como este blog y la charla era por teclado, pero pasé un rato muy agradable, me gustó y ahora por lo menos ya me la puedo imaginar cuando abro alguno de sus mails.

Pero esta mañana no estaba ante el teclado del ordenador, seguía subiendo, disfrutando de las vistas, encontrándome algo mejor, más animado en medio de un día soleado y tranquilo, sintiendo de nuevo ese sol, ese calor que ahora percibía en mi espalda..., como dejando atrás los problemas, como si a medida que ascendía me fuese olvidando de ese invierno y de mis vaivenes emocionales..., desconocidos para mi hasta este año. Dejaba a mi izquierda la Font del Llentiscle y seguía ascendiendo hasta coronar en el cruce que se eleva hacia la cima del Monte Armenia, si giras a izquierdas y en descenso al frente. Me he dejado caer con la intuición de que me iba a volver a encontrar con la gente de Moncada..., y así ha sido.








He parado a hacer una foto y los he escuchado subiendo desde el collado de la Moreria hacia la Font del Poll. Un murmullo, el rumor tenue de los neumáticos rodando sobre la tierra, sobre las pistas de la Sierra Calderona, las voces de las charlas, de las conversaciones que ascienden hasta aquí arriba..., pero sin alterar la calma de estos parajes, sin alterar sus ecosistemas ni las especies endémicas, sin amenazar la flora ni la fauna, sin contaminar..., en armonía con el entorno y despertando en las personas, en los nuevos socios la pasión por el ciclismo de montaña, por la montaña misma. Descubriéndoles rincones y lugares que no podían imaginar tan cercanos a una capital como Valencia..., sin embargo, según las normativas de este parque, creado como mera pantomima conservacionista..., estos ciclistas suponen una amenaza para la serranía, yo mismo supongo una amenaza..., para esos gestores vendidos a los partidos políticos, al poder corrupto de quienes solo están interesados en cobrar las comisiones por las adjudicaciones de los desmontes, de la vigilancia, de los servicios prestados por las empresas privadas encargadas de gestionar las montañas que me rodean..., cuando realmente, siempre se gestionaron por si mismas, por quienes la poblaban y vivían de ella...,sin ser ingenieros forestales ni guardas, sin políticos ni alcaldes obsesionados por las recalificaciones de los suelos....,


Me he dejado caer hasta la fuente y he rellenado el botellín mientras iban llegando los destacados de la peña de Moncada..., y uno de ellos era una muchacha, nos hemos visto y le he preguntado.

- ¿Olatx...?

- No, soy Rosa..., Olatx hace un tiempo que no viene.

- Ah..,

Le explico que hace una semana conocí a una tal Pilar, una chica que forma parte del grupo “misjueves”, una especie de club de corredores que salen todos los jueves a correr por la Calderona, me dijo que iba a probar con la bici de montaña y que lo iba a intentar con ellos, con la peña de Moncada..., y al final ha resultado que estaba equivocado, pero la tal Rosa ha resultado ser una muchacha simpática, comunicativa y de charla vivaz y franca. Hemos charlado sobre la ruta y hemos terminado liándonos con la las Masias de la Hoya, de la Mocha, del Pico por el Gabacho..., morena de pelo, de piel clarita y vistiendo de corto....

He rodado con ellos remontando desde el Poll hacia Tristan, hablando con Arcadi y con otros miembros del grupo...,










... disfrutando de las vistas, de la subida rodeado de ciclistas..., algo raro, después de rodar siempre a solas. Pero poco a poco el grupito se ha ido alargando hasta llegar al cruce de Tristan con el desvío hacia el barranco de la Gota. Allí me he encontrado con dos viejos conocidos, Miguel y su amigo..., del que no consigo recordar su nombre, ya maduros y hechos a la montaña, fieles a la salida del sábado y amantes de la sierra.

- Hola Pedro...

- ¿Qué tal...? -les he saludado.

Al poquito han llegado los de Moncada y me he despedido de ellos tirando otra foto, he charlado un ratito con mis dos amigos hechos entre las montañas y a golpe de pedal y me he lanzado hacia el barranco de la Gota






...pero he sonreído al volver a encontrarme con el charco primigenio, con la charca que ocupa la pista desde las primeras lluvias de otoño..., me imagino los miles de paramecios, de vorticelas, de amebas, de algas microscópicas..., que lo habitaran fuera de mi vista y de mis sentidos.






He empezado a bajar y a disfrutar, a prestar atención en ese descenso tortuoso, repleto de regueros y piedras, de cantos de rodeno y de curvas a derechas y a izquierdas..., perdiendo altura y disfrutando hasta que he llegado a la Font de la Gota, he ido aminorando y me he asomado a una de sus pozas cristalinas. Una pequeña cascada se derramaba desde un murete de piedra oscura y cubierta de líquenes, he podido ver el fondo pedregoso y durante unos segundos he escuchado ese sonido refrescante y fantástico, aquí en medio de una serranía siempre sedienta y con escasa agua en superficie. Un hermoso rincón..., algo especial y de valor incalculable cuando en verano las fuentes merman su caudal y el sol recalienta la serranía y sus pistas y caminos sin cobertura arbórea.





Y un poco después he llegado al chalé, Mia y Norton me han recibido como siempre, con saltos, cabriolas y carreras..., después me he vaciado el café de la madrugada en un vaso de cristal y lo he tocado con poco de leche condensada, he salido a la terraza aún con la ropa de ciclista y me he sentado al sol, donde suelo dejar a mi padre en su silla de ruedas para que disfrute de este mismo sol, de esta calma, de esta placidez..., pero él esta en Valencia, en el piso donde vivimos, yo he salido de madrugada y después de dar el paseo a los chuchis me volveré con él, tan solo una horas de escapada a la montaña buscando a la primavera dando pedales.
Me termino el bombón y entro en la casa, Mia y Norton me siguen excitados hasta la habitación, pero el galgo se queda en la puerta mientras Ojos de Miel salta sobre la cama y se encarama en mi espalda, casi me tengo que pelear con la perrita hasta que logro cambiarme de ropa y ponerme las zapatillas.





Salgo y al abrir la puerta de la parcela salen disparados, Norton corre con las orejas plegadas, con su escuálido cuerpo flotando con sus largas zancadas, Mia le sigue jadeante pero vigorosa y pronto nos perdemos en el pinar, entre las espigadas y lozanas matas de esparto, bajo un cielo en el que comienzan a crecer algunos cúmulos, sobre las mismas montañas por las que acabo de pedalear y por las que aun estarán los de Moncada..., veo la atmósfera dinámica y ágil, viva, envuelta por las corrientes ascendentes, por el aire frío en altura..., es posible que esta tarde se forme alguna tormenta y llueva.




Camino relajado, escuchando el zumbido de los enjambres y viendo mis a perros correr y disfrutar..., siguiéndoles sonriendo, tranquilo, relajado después de una pedalada que por unas horas me ha hecho olvidar que la vida a mí alrededor... y que la mía misma esta cambiando sin que consiga saber hacia donde.












































































































4 comentarios:

Unknown dijo...

Eres un poeta y como tal tienes una sensibilidad especial, que en ocasiones puede provocarte situaciones de incomprensión en tus relaciones con los demás. No tomes a mal esas "risitas" que has comentado, porque sabrás de sobra que las personas emitimos juicios de valor a partir de nuestros esquemas mentales y que estos no siempre han sido bien depurados. Te animo a que seas tú mismo, a que sigas escribiendo y a que algún día publiques un recopilatorio de todas tus experiencias en La Calderona.
Ha sido un placer leer tus impresiones de la jornada ciclista del sábado y espero que nos volvamos a encontrar por la montaña.

Pedro Bonache dijo...

Arcadi..., tu foto ha sido uno de los mejores regalos que me han hecho en mi vida..., una foto que jamas he podido tener porque siempre salgo salgo solo..., hasta ayer, que estabas tu ahí,rapido y atento para tirar esa foto.
En ningun momento me molestaron esas "risas"..., yo tambien me he reido de personas..., como todos, pero esta en mi animo tratar de madurar, tratar de no molestar, de tratar de realcionarme con la mayor armonia posible.
Seguiremos viendonos por la Calderona..., no hay otro lugar mejor donde estar.
Gracias y un abrazo, Arcadi.

María Hernández dijo...

Potrillos, Charchán, Gorisa, Rincón de la Miseria, Font del Llentiscle, Monte Armenia, Collado de la Morería, Font del Poll, Tristan, Barranco y Font de la Gota, etc.
Al ir leyendo tu relato, voy imaginando, más por ignorancia que por otra cosa, los lugares que citas. Lo haces fácil, porque los detalles con los que narras tus escapadas son múltiples y variados.
Aún así me quedo pensando en esos lugares... "El rincón de la Miseria", curioso nombre...o la Font de la Gota y no quisiera pensar cuánto tardaría en llenar un botellín gota a gota, jeje.
Y es que, a veces, somos tan simples que damos nombre a las cosas sin más complejidades y luego quedan como topónimos que repetimos sin saber exactamente de donde vienen.
Me he quedado prendada del Rincón de la Miseria...así que ya puedes ir investigando y decirme a qué se debe dicho nombre.

Como siempre, tu narración ha sido espectacular, tanto que creo que voy a tener que pasar por la cocina a recuperar fuerzas, jejeje.

Saludos, bicipalo.

P.D. Preciosas fotos.

Pedro dijo...

Realmente mi gozo es recibir comentarios como los que estan llegando, esos 40 kilometros y los mas de 800 metros de desnivel merecen leeros, leerte a ti Maria.
Sabes que para documentalista e investigadora..., tu, no tienes competencia..., pero vale,acepto el reto y trataré de saber porque se le llama así, a ese rincón.