Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

domingo, 28 de octubre de 2012

EL SECRETO DEL OLIVO.

  




 Siempre que me adentro en estos bancales abandonados me invade cierta nostalgia, de pequeño jugaba por aquí, me gustaba explorar estos pinares dando pedales a mi inseparable BH. Buscaba escorpiones y escolopendras, aunque por estas umbrias me gustaba adentrarme porque econtraba el paisaje distinto al de los otros pinares. Alrededor de los bancales siempre reverdecía el musgo, incluso en verano y allí siempre hacia algo mas de fresco.




     Hace ya tiempo que homo no trabaja estos bancales y los olivos crecen sin que nadie los pode, sin que nadie les varee, los pinos y las hierbas ya crecen junto a ellos y cada año que pasa el monte se va adueñando de esa tierra antropizada y despues olvidada.
  Esta mañana el invierno hablaba con el pinar, el viento fuerte del norte llegaba frio, cortante, aún sin enseñar los dientes de hielo, pero dejando sentirya su aliento nada caliente ni tibio.
  La manada husmeaba y rastreaba entre el herbazal y yo buscaba algunos champiñones silvestres, todos los años crecen en estas terrazas y también la preciosa seta del olivo, que no faltaba a su cita y la encontraba junto al tronco de uno de ellos. Cecil ha tardado poco en aparecer, ultimamente se  cree que es un hurón y se adentra por madrigueras de los conejos o entre los troncos huecos de los olivos. Pero esta mañana algo parecía llamarle la atención, no sacaba la cabeza del tronco y cuando me he acercado me he llevado una sorpresa, el olivo guardaba una sorpresa, un secreto anaranjado y precioso creciendo en su corazón casi centenario, una lozana seta de olvio casi mas grande que el chichuahua..., si hubiese sido la mañana de Reyes habria sido el mejor regalo.



 
   Y justo en ese momento he escuchado un crugido intenso..., era Mia rompiendo una coscoja, atravesandola y sacando de su escondrijo a un conejo, después he escuchado el golpeteo de las almohadillas del galgo corriendo hacia el arbusto. Cecil ha salido disparado hacia el y yo he gritado sin llegar a ver al conejo.
   - ¡Ahí va, ahí va, ahí va...!.
  La manada se ha convertido en un torbellino de jadeos y de carreras, mienrtas Mia saltaba por encima del herbazal y durante unas decimas de segundo quedaba suspendida en el aire.  
    

domingo, 21 de octubre de 2012

TRAS LA LLUVIA.

  He oido la lluvia durante la noche y al amanecer aún corria el agua, aún se deslizaba por sus torrenteras y por las pequeñas gargantas que atraviesan el Pla de Colom, a los pies de la Sierra Calderona. 




  Paseaba con la manada y observaba el rastro, esos regueros de agua cristalina y pura que resbalaban por sus regatos milenarios y que llenaban de frescor y verdor algunos de esos  rincones que considero míos, como si solo mis ojos pudiesesn descubrirlos entre la vegatación de secano. Contemplarlos me ha hecho feliz, los observaba sereno y relajado, escuchando el timido gorjeo  del agua y contemplando sus destellos a un sol que ascendía deslumbrante.







 
  Algunos de los riachuelos estacionales ya habian entregado toda su agua a las entrañas de la tierra y me dejaban ver sus huellas sobre la tierra rosada. Ha sido curioso observar como cada pequeña piedrecilla, como cada canto diminuto, como cada china era capaz de crear una turbulencia que dibujaba sobre el barro un surco, una linea..., como los destinos de las personas, como si cada piedra fuese un acontecimiento en la vida que dejase una impronta.










 
  

viernes, 19 de octubre de 2012

URRACAS..., LAS MALDITAS.

    Era lista, inteligente, desconfiada..., cuando paseaba con los perros ella me veía antes de que yo la viese, entonces emprendía  el vuelo con sus amigas y se posaba en otro pinar o en otro algarrobo, allí seguían con su chachara ronca y cuando volvía a acercarme, alzaban de nuevo el vuelo, sin demasiado miedo y volvían a reunirse en algun bosque cercano. Yo sonreía y volvía a escuchar sus discusiones, sus parlamentos y a veces sus chillidos, otras veces parecían resoplar y mas de una vez la había soprendido imitando el canto de otras aves.
   Era lista, inteligente y desconfiada, como todas las urracas, como todas esas que he llegado a ver comiendo el pienso de los perros y que según los agricultores, arrancan los goteros del sistema de riego durante los veranos secos y torridos, para beber agua.
   Ni a  agricultores ni a cazadores les era simpatica, por eso terminó así, muerta de un tiro, como en venganza a su propia inteligencia, a su brillante oportunismo y astucia. Sentí cierta tristeza y observé su potente pico, su plumaje blanco y negro y los destellos de un azul metalizado precioso. 
  Es el unico momento en el que las picarazas me dejan acercarme, cuando están muertas, cuando homo no soporta sus risas cazalleras y les dispará. Dicen que son dañinas y una plaga, realmente lo mismo que somos nosotros



   Estaba ahí, junto a la pista junto a viejos cartuchos que el sol y la lluvia habian agrietado y oxidado y junto a una especie de bodegón que permanecía intacto desde el día que homo lo dejó allí, junto al camino.



CUANDO UN GALGO CORRE, HIPNOTIZA.



  



  - ¡Ahí va Churria…¡ -gritó Paul.
    Y la vida surgió de entre aquellos perros flacos, la vida surgió de entre esa tierra y arrancó ante sus ojos. Alberto vio a la liebre acelerar en línea recta y apenas un segundo después vio a Churria saltar catapultada hacia ella.
   Paul buscó con la mirada a Niño Cazador, estaba tras ellos, algo lejos, despistado y orinando sobre unos matojos, Alberto también lo vio, pudo contemplar como las patas traseras le impulsaron, vio como sus orejas desaparecían pegadas al cabeza y como el animal volaba hacia él.
    Era una visión de frente, podía ver los dos ojos oscuros y como las cuatro almohadillas caían una y otra vez sobre la tierra reseca y endurecida, emitiendo un sonido sordo y rápido que fue aumentando de intensidad hasta que le alcanzó.
   Alberto se quedó quieto viéndolo llegar, deseando que el perro no chocase contra él, se quedó inmóvil sin dejar de mirar esa galopada, sin dejar de percibir todos los detalles de las decenas de músculos y tendones que vibraban con las zancadas, con la extensión y contracción de esas fibras.
   Pudo sentir como los pulmones hinchados del Niño Cazador le rozaron las rodillas, algunos pelos se quedaron pegados a sus piernas y lo vió alejarse con unas zancadas que arrancaban el polvo a la meseta. Esquivó y rebasó al resto de la rehala y poco a poco fue acercándose a su madre, volando sobre esos llanos silenciosos y como muertos.

lunes, 8 de octubre de 2012

DEJATE LLOVER...., a Dorita.

                                Foto de   foro.tiempo.com.




  Déjate llover.

    Paúl esbozo una leve sonrisa cuando el lejano relámpago se reflejó en sus pupilas, surgió de entre las nubes oscuras que lentamente se movían sobre la meseta. No eran esos cúmulos brutales que a veces crecían como montañas de nieve algodonosa, eran nubes de tormenta mas tímidas, no demasiado altas, con sus crestas y cumbres recibiendo los últimos rayos del sol y volviéndose rosadas, como brasas incandescentes. Se movían pesadamente, lentas, sin vientos racheados, como una tormenta vieja y fatigada, como una tormenta que más que tronar murmurase, como si fuese una vieja conocida que regresase a regar esas tierras que alguna vez acribilló con piedras de hielo y que alguna vez zarandeó con sus vientos. Llegaba dejando caer una ancha columna de agua, tan ancha como su panza oscura que poco a poco se vaciaba, realmente era la misma nube muriendo, desprendiéndose hacia la tierra. Bajo ella se formaba una especie de neblina que avanzaba hacia él y hacia Atis y Tirma, las galgas escondían las colas entre los cuartos traseros y gimoteaban, mientras la galga blanca y barcina, miraba abstraída hacia el norte, como si no escuchase los truenos, sordos y cansados, pero que cada vez resonaban mas cercanos, como si no olfatease el olor de la tierra mojada que traía el aliento de la tormenta.
   Poco a poco el rosa incandescente se fue apagando, sus panzas oscuras se fueron aclarando y las gotas de lluvia comenzaron a caer sobre el llano que rodeaba a Paúl, pudo ver los impactos y como las gotas se deshacía en decenas de  ellas mas chiquitinas y ya con restos de tierra dentro de ellas. Sintió como las gotas picoteaban sobre su piel, contra su camisa, al tiempo que las fibras absorbían el agua de la nube.
   Llegaron las sombras del ocaso y el destello de otro relámpago que serpenteó entre esa nubes que se movían sobre Paúl, que dejaban caer su lluvia sobre él y a su alrededor. Llovía y el aroma de la tierra impregnaba esa neblina que ya les envolvía, sentía todas y cada una de esas gotas, de esa cascada que ya resbalaba por su rostro y que manchaba sus perneras con el barro, con la misma meseta que parecía bailar y flotar alrededor de unas galgas que le miraban parpadeando y dejando que esa misma lluvia resbalase sobre sus mantos atigrados, hasta que el agua calaba hasta la piel y entonces se sacudían arrancando una sonrisa a Paúl, como cuando era niño y veía como las patas traseras se elevaban desgarbadamente con cada sacudida y las galgas parecían saber que eso le hacia reír y entonces ellas y los galgos también parecían reír, como su madre cuando le decía.
    - Déjate llover, cariño, déjate llover.
    - Nos vamos a mojar –replicó aquella  primera vez.
    - Es verano Paúl, hace un rato tenías calor…, ¿a que ahora no…?.
   Negó con la cabeza riendo y corrió a abrazarla, los galgos y Churria trotaron tras él, estornudando y volviendo a sacudirse esa lluvia que de nuevo le empapaba, que le acompañaba en medio del páramo, en medio de esa noche que volvería a pasar a solas con Tirma y Atis, Gaia trotaba completamente empapada, trotaba cabizbaja, adentrándose en la oscuridad, regresando al majano, allí donde aún quedaba algo de aquel olor.

VIDA SUTIL TRAS LA LLUVIA.








  La tierra no solo reverdece por primavera, la vida siempre está ahí, latente,larvada..., tan solo esperando un poco de lluvia, algunas aguas que empapen la tierra y estimulen a esas semillas enterradas durante meses.

   Y esta mañana, durante el paseo con la manada he descubierto como la tierra reverdecia como en primavera. El agua de lluvia habia arrastrado una fertil capa de humus sobre el charco y los diminutos tallos brotaban en silencio, tan finos como cabellos y saludando a un sol que llenaba de luz sus tallos virgenes. 





 


 

  Entre el pinar me he encontrado con los restos de una piña mondada, he podido imaginar a la ardilla pelirroja sujetandola con las patitas delanteras y mordisqueandola con sus incisivos y allí entre la pinocha, dejaba su rastro un conejo escarbando la tierra humeda, incluso dejando los surcos hechos por sus uñas. La misma tierra que he tenido que tocar y sentir sobre en mi mano.

 



   Una aromatica mezcla de liquenes, musgos y humus..., el fertil manto lleno de vida microscopica, de vida sutil como la de las lombrices que llenaban los claros del bosque con sus monticulos de  tierra digerida. Me he agachado y pegando la oreja a esa tierra fresca y olorosa he podido oir el grung, grung, grung...., de las lombrices, excabando sus galerias en la oscuridad de las entrañas de la naturaleza.




sábado, 6 de octubre de 2012

Rodando entre la peña BTT de Moncada, un privilegio y un lujo.

   

                            Pilar, la "jefa de ruta".

    Hoy he rodado junto a la peña BTT de Moncada, junto a Pilar, que iba de jefa de ruta,  junto a Arcadi, junto a un Fernando incombustible, junto a un Raúl que pese al resfriado no ha querido perderse una ruta dura pero hermosa, que ascendia desde el Pla de Marco hasta el Alto del Romero y que despues del almuerzo en la Fuente de la Caparrota viraba a derechas, buscando el precioso altiplano de Las Navas y ha sido allí arriba, entre coscojas frondosas y entre silenciosos campos de almendros donde he descubierto la verdadera cara de esta peña numerosa y que recorre armoniosamente casi todos los montes y serranías de nuestra comunidad.


                       El altiplano de Las Navas.


 
   A Pilar la han avisado de que se habia producido una caida por el wlkie-talkie, pero cuando hemos llegado nos hemos encontrado con algo más. El muchacho tenía el labio partido, una brecha en la barbilla y los antebrazos y las piernas laceradas, otro golpe en el pecho y el hombro izquierdo ya inflamado y erosionado. 
  He podido ver como rapidamente como el coche de apoyo se ha vaciado de mochilas y como entre varios miembros de la peña han limpiado y calmado al chaval. Estabamos lejos de culaquier ambulancia, lejos del asfalto, lejos de las rutas habituales de los ciclistas de montaña, pero allí estaba Isaac con su Scenic 4x4, como siempre, como una especie de angel de la guarda que no ha dudado en desplegar esas alas piadosas para llevarse a ese ciclista malherido al hospital.

  Ha sido un dia duro por la ruta, duro por esa caida pero hermoso porque he rodado junto a Pilar y junto a una peña que no abandona a nadie y que siempre espera a todos.