Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

miércoles, 11 de abril de 2012

LOS VENCEJOS YA ESTAN AQUÍ en "Diario de Homo"




El lunes pasado, ya de vuelta en la ciudad, bajé a pasear a Cecil y a Piper. Nada mas salir del portal escuché un sonido que me erizó la piel, el chillido agudo y excitado de ellos. Alcé los ojos y los vi allñí arriba, volando altos, muy por encima de las azoteas y muy por encima da la crisis, muy por encima de los problemas de los humanos, muy por encima de las mentiras y de la hipocresia de homo.
Sonreí lleno de dicha y a la vez con algo de inquietud, ellos habian regresado, habian vuelto desde África como todas las primaveras. Volaban altos y totalmente invisibles a las gentes que paseaban en el viejo cauce del río Turia, tan solo los veía yo, como tan solo vi yo a la golondrina que el fin de semana entró por la parte norte de la terraza, allí en las Tierras Altas y salió mirando hacia levante, hacia el mar.
También sonreí pensando que la golondrina atravesó la terraza para saludarme, para decirme.
- Pedro, ya estamos aquí.
Y a media semana he colgado unas casitas en la fachada del piso de Valencia para ver si este año consigo que aniden junto a mi, me encantaría.

5 comentarios:

Ars Natura dijo...

A ver si les gustan tus chalecitos.

Me gusta la idea de simular una grieta de dilatación...

Jesús dijo...

Bueno, ya los tienes aquí...un año más. Estos si que no fallan y cumplen sus promesas.
Hoy me fijaré a ver si los veo por la V30.

A ver si tienes suerte con los pisitos.

Pedro Bonache dijo...

Bueno, son chalecitos en regimen de alquiler gratuito y perpetuo, mantenimiento gratis y casero atento.
La verdad Goyo es que con la raya negra los vencejos dudarán, pero espero que elijan los chalecitos.
Jesús, no despistes los ojos de la carretera que aún van muy altos.
ya os iré informando........, deseo ser papaaaa....¡¡¡¡¡¡¡¡

Julia dijo...

Mira qué cosas, desde la larga estancia en el hospital, se me metió el ruido de los pájaros en la cabeza. Desde la ventana los veíamos cada atardecer volver a los árboles, mi padre se entretenía mirándolos, y yo ahora no puedo dejar de asociarlos a esos meses.
Un abrazo.

Pedro Bonache dijo...

Julia, esos pájaros eran y son estorninos, de anochecida llegaban en grandes bandos a dormir en los pinares del hospital, a mi me gustaba verlos llegar y escuchar aquella algarabia. También contemplaba el paso de las gaviotas,con sus formaciones, al anochecer y al amanecer. Y si tu padre se entretenia mirandolos, piensa que le hacian feliz, que durante esos instantes le alejaron de la enfermeddad y eso es algo impagable. Besooossss Julia.