Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

domingo, 20 de enero de 2013

NUNCA DEJA DE AMANECER.




     Norton, Mía, Cecil y Piper no miraban hacia el amanecer, pegaban sus hocicos a la tierra y rastreaban, se excitaban y corrían, daban vueltas a los arbustos y continuaban trotando a su aire, dejandose llevar por sus instintos y por los rastros que los espiritus del bosque habian dejado durante la noche.
  Yo observaba el amanecer y sonreía ante esos colores encendidos que iluminaban las nubes poco a poco, sin dejar de amanecer y sin dejar de llenar de luz a las cumbres de las serranías de Utiel y Requena o a los altos de Alcublas. Era algo hermoso y tan fugaz como el amanecer en si mismo, algo que tan solo podían gozar mis ojos, algo que tan solo duraban unos segundos porque la luz cambiaba y ese tono entre rosado y lila apenas si permanecía en la atmósfera unos instantes mágicos.
  Un rato después, ellos volvían a sestear y me montaba en la Bicipalo, remontaba por la pista del Campillo y echaba miradas hacia el Golfo de Valencia. Los preciosos colores del amanecer habian desaparecido bajo un cielo encapotado, pero entre las nubes se descolgaba una lechada de plata que se extendía sobre el mar, frente a las costas de la ciudad.

                                                    
  Era un destello que añadia vida, igual que la flor del almendro que florecia entre los bancales cultivados a los pies de los farallones de la Gota, un rincón precioso de la Sierra Calderona.
  Desmonté y la fotografié pensando en Dorita, justo el día anterior me había preguntado si los almendros ya habian florecido por aquí..., y si, los almendros ya florecían en la Sierra Calderona.


 
                                                      
La Bicipalo recostada junto al ágave,muy cerca de los olivos y del almendro.
                                             

 






4 comentarios:

Ars Natura dijo...

Qué alegría ver esos almendros florecidos!

Un amanecer es un chorreo vertiginoso de luz cambiante en escasos minutos hasta que vuelve a relentizarse cuando el sol ya está en lo alto. Algo precioso de ver cada día.

Pedro Bonache dijo...

Como lo sabes Goyo, a cada parpadeo la luz es distinta, se va llenando de matices, de tonos...., son momentos fascinantes.

Dorita/Alh. dijo...

Ay, que sutil! Esas florecillas anunciando la primavera. Preciosa foto con ese Olivo contrastando detras.
Gracias Pedro.

Pedro Bonache dijo...

Me alegra que te gusta la florecilla, Dorita...,era una nota de color en dia gris y ventoso.