Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Ves como estoy viva...¡ -gritó la Virago aún sin nombre, en "Run-run Zing, diario de una pequeña custom 125".


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La Virago 535 sin nombre reposaba dormida o muerta sobre su pata de cabra, cada minuto pasaba frente a ella, al entrar y al salir de la carpintería, durante el día…, la miraba y me invadía la fatiga, el desasosiego, el agobio…, hasta que decidí taparla con unas piezas de tela y arrinconarla detrás de unas sillas, dejé de verla al entrar y al salir de la carpintería, los vecinos dejaron de verla y yo me relajé.

Al no verla ya no me planteaba las horas y el dinero que había que invertir en ella, el esfuerzo que podía suponer ponerla en marcha, restaurarla…, una obligación mas en mi vida, que cambió hace unos ocho años, cuando mi padre sufrió un ictus, un infarto cerebral que lo dejó hemipléjico y completamente dependiente.

Ese fue un punto de inflexión en mi vida y lentamente fue condicionando mi existencia, los primeros años me hicieron crecer, aprendí a dirigir la carpintería, a tomar decisiones, a creer en mis criterios, desarrollé algo de bondad y paciencia, de ternura y cariño hacia mi padre…, pero ahora, ocho años después me siento cansado, sin Vida propia, siento que he vivido gran parte de la vida que pueda llegar a vivir y que ya no soy el mismo, ahora solo veo obligaciones que coartan aún mas las escasas horas al día que puedo disponer para mi mismo…, y la 535 se había convertido en una obligación más, una molestia de la que ya me había intentado deshacer dos veces, le ofrecí la custom a mi vecino Pepe, él se relamió de gusto pero al día siguiente bajó diciéndome que a su mujer no le parecía muy bien. Después se la ofrecí a Matias, otro vecino mayor que desde que me vió encima de la Zing recordó los tiempos en los que volaba encima de su Ducati azul, también sonrió ante la 535, pensó en su hijo pero su sonrisa se esfumó al recordar que estaba en paro y con dos niños pequeños.

Y una de esas tardes en las que me quedé sin trabajo me acerqué a un concesionario de Honda, deseaba ver la nueva vts 750, esa especie de replica de la sporster de Harley. Entré en la tienda sin esperar encontrármela, pero allí estaba, negra y destellante bajo los halógenos del local, al ratito llegó el vendedor, un joven con unos ojos azules de mirada franca e intensa y con un apretón de manos que estrujó mis delicadas muñecas.

- ¿Me puedo sentar….? –le pregunté.

- Hombre claro, también tenemos una unidad de pruebas.

Pasé mis largas piernas por encima del sillín, me senté y de nuevo me encontré con unos mandos de cambio y freno demasiado cercanos, el deposito me pareció demasiado ancho y no sentí nada especial.

Regresé a la carpintería atravesando algunos solares, ya de noche y decidiendo dar una oportunidad a la Virago, esa Honda era la única candidata y no me había enamorado.

A la mañana siguiente compré una batería, con cuidado vertí el acido en los vasos y la dejé reposar hasta la tarde. Después miré hacia las piezas de tela que cubrían a la silenciosa Yamaha, aparté las sillas que la habían mantenido oculta durante las ultimas semanas, quité las telas y sujetándola por el revirado manillar original la coloqué en medio de la carpintería, quité el sillín y encajé la batería en su hueco, acerqué los cables y atornillé el cable de masa, después el positivo, suspiré y gemí de dolor al enderezar la espalda. Me había costado bastante manipular los pequeños tornillos.

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- Buenassss…

Mi amigo Pepe asomó por la puerta, miró a la Yamaha y después a mi.

- Ostras…, la has desenterrado –bromeó.

Pepe es mi confesor, muchas veces me hace compañía en la soledad invernal de la carpintería y estaba al día de mi desanimo, le conté lo de mi visita al concesionario de Honda y lo de la decisión de tratar de resucitar a la Virago.

- Le acabo de poner la batería…, pero no me atrevo a darle al arranque…, a ver si van a estar cogidos los pistones –confesé.

- ¿No te dijo Pedro que la moto no estaba averiada…?.

- Si…, pero también me dijo ayer que la moto llevaba dos años parada.

- Bueno…, dale a ver que ruido hace…, esto, le pusiste gasolina ¿no…?.

- Si, si.

Volví a inclinarme hacia la Virago, giré la llave del contacto y se iluminó el piloto verde bajo el velocímetro, al tiempo que un repiqueteo sutil surgía por debajo del sillín, un taca-taca-taca…, que me resultó familiar, algo había leído en los foros sobre ese ruidito.

- Joder…, ¿que es ese ruido…? –preguntó Pepe algo alarmado.

- Tranquilo, es una buena noticia…, eso debe ser la bomba de gasolina que está cebando los carburadores…, por lo menos funciona.

Coloqué el botón rojo en “On”, apreté el embragué y mi pulgar se posó el arranque.

- Bueno, vamos allá.

Apreté el botón y las escobillas chisporrotearon azuladas en las entrañas de la Virago, el cigüeñal se movió con un ronroneo natural y enmudeció.

- Los pistones no están cogidos… -murmuró Pepe- dale otra vez.

Volví a embragar y recordé que no habia cerrado el aire, bajé la palanquita hasta la mitad de su recorrido y el motor de arranque volvió a ronronear.

Esperé unos segundos y volví a intentarlo, despues una cuarta vez, una quinta intentona y el v-twin murmuró algo.

- Joder…, parece que se queria coger –susurré.

- Dale otra vez…, tocala otra vez Sam…, o intenta arrancarla Carlos…, je, je, je.

- Que cabrón eres…, vamos allá.

Mis dedos tiraron de la maneta del embrague hacia atrás, la corriente volvió a llegar al motor de arranque, sus dientes se encajaron volviendo a voltear a los pistones y el fogonazo incendió las cámaras de combustión, el cigüeñal giró por si solo y la Virago gritó desde sus escapes.

- Ves como estoy viva...¡¡¡ -gritó la Virago aún sin nombre.
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Salté hacia atrás y el ruido de ella inundó la carpintería, rompió el silencio invernal y amortiguó el ruido de lluvia sobre las uralitas, sobre la acera, sobre mis propios ánimos…, sonreía y escuchaba un sonido armonioso, sin petardeos, sin toses, observaba excitado unos escapes que no emitían humos y malos olores, ni gases ni nubes azuladas de aceite quemado…, la respiración de ella era profunda, regular, poderosa.

Pepe sonreía, yo también…, y ella permanecía al relentí, si vibrar, sin ahogos ni angustias…, al ratito se fueron formando nubes de vapor y una avispa salió despedida, toda negra, envuelta en hollín, pero viva…, me recordó a Mary Poppins saliendo de la chimenea y reí gozoso y excitado.

- Y tu que no te la querías quedar, capullo –dijo Pepe riendo y sin de mirar a la Virago sin nombre.

Unas horas después volví a sonreír, había quedado con Joa para ir al cine a ver “Entrelobos” y ella apareció vestida para la ocasión pese al frío y la lluvia, con una faldita por encima de las rodillas, imitando la piel de una serpiente, con un jersey de lana marrón, medias y abrigada con una pelliza beige.

- Cariño, aprieta este botón… -susurré entre sus cabellos, sintiendo sus mejillas junto a las mias.

Brummmm….¡.

El Making-off: Unos días después decidí que la Virago se llamaría "Agata de Momento", decidí también decorar ese curioso color entre verde y azul agua marina con unas ovejitas y unas margaritas..., a semejanza de un diseño de Agata Ruiz de la Prada..., hasta que pudiese pintarla con tonos bicipalescos.

9 comentarios:

Artus dijo...

Como me gusta esa moto, jodio... Me gusta hasta en ese color.

BiciHomocustom dijo...

Por los Clavos de Cristo...¡¡, Artus, entre todos y todas vais a conseguir quer le saque brillo y la deje así..., pues con las margaritas y las ovejitas será total. Je, je, je.

joa dijo...

Hará juego con mi habitación, sólo le faltarán los angelitos. ¡Cualquier cosa que nos ilusione es una preciosidad!

BiciHomocustom. dijo...

Joa..., ¿y quien me impide ponerle unos angelitos...?, je, je, je.

Tapestry Workerman dijo...

Hola Bicipalo.
Bonito amoto, si señor!!.
Oir y oler ese motor tiene que ser una experiencia religiosa, como poco.
Ahora que la has puesto en marcha, que no se duerma y a quemar gasolina, que el bicho se lo merece.
P.D.: Yo le pintaría a Los Beattles... con un par :D
Un saludo.

BiciHomocustom dijo...

¿Que tal Tapestry...?, por cierto, tamppco desentonaria un guiño a los Beatles..., aunque sepamos que su futuro color será entre ocres y marrones.
Hoy he salido a carretera con ella y..., ostras Pedrín...¡¡¡, va bien, va bien. Tan solo he tanteado el empuje sin pasar de 120..., y tiene la coz de una caballo percherón, en tercera, dando las rotondas a paso de tortuga, le aprietas un pelín y te saca sin remilgos.
Lo mejor..., que paso de un v-twin a los pedales sin darme cuenta.
Un abrazo Tapestry.

Josep Julián dijo...

Hola Pedro:
Veo que la familia crece. A este paso ya veremos si le sigues dando tanto a los pedales cuando te acostumbres a sentir entre tus piernas tanto centimetro cúbico.
Aprovecho para desearte que paseis unas buenas fiestas y que el año que viene al menos sea un poco mejor que este.
Un abrazo.

BiciHomocustom dijo...

Josep...¡¡¡, si hijo, si, la familia crece..., pero te aseguro que hago mas kilometros entre la Flaca y la Bicipalo que con las "burritas". Para mi esta siendo una nueva experiencia, mas allá de la velocidad.
Te deseo la misma dicha..., y también que en los proximos meses cese la oscuridad empresarial en la que está sumido este pais..., yo sigo a flote, Josep pero tocando fondo con la quilla.

Olocau.Digital dijo...

Bienvenida Ágata del Momento !!

Abrazote Pedro!!