Solamente vemos y distinguimos lo que nos importa, nuestro cerebro de sapiens funciona así, nos evita el trabajo de tener que fijarnos en cada detalle y en cada matiz y toma la decisión de dejarnos ver tan solo lo que nos interesa, aún así estamos convencidos de que todas nuestras decisiónes son fruto del razonamiento y de nuestra propia voluntad.
Quizás por eso soy yo el unico que ve a las golondrinas en sus vuelos rasantes por encima del cesped del viejo cauce del Turia. A veces, cuando bajo a pasear a Cecil y a Piper, me encuentro con conocidos, charlo con ellos, interactuo con mis semejantes sapiens pero finalmente acabo distraido con el vuelo rasante de las golondrinas, es como si solo ellas me interesasen.
Quizás por eso descubrí la lucha entre un vencejo y un gorrión por un hueco en la fachada de ladrillo visto, en mi propia calle y de camino a la carpinteria. El vencejo, llegaba desde Africa y se encontraba con un intruso que le esperaba posado sobre el compresor del aire acondicionado, cuando trataba de entrar en el hueco, el gorrión se lanzaba y el vencejo tenía que esquivarlo.
Quizás por eso, esta mañana, cuando pedaleaba por la Calderona, he descubierto a un bando de vencejos volando por encima de las copas de los pinos e incluso por debajo. No alborotaban ni chillaban, no se perseguían, no se estaban cortejando. Cazaban a una altura muy inferior a la normal y en silencio, en el mismo silencio conmovedor de la Naturaleza, creo que incluso he llegado a escuchar el silvido del viento entre sus estrechas alas cuando alguno ha pasado cerca de mi casco.
Quizás por eso, cuando me levanto a mear en el campo y escucho la llamada de una lechuza, sonrió agradecido.
Quizás por eso, cuando los miercoles cruzo el barranco de Carraixet con la bici de carretera me suelo fijar en las urracas, en como carroñean sobre los conejos atropellados o en como atacan a las águilas cuando se acercan demasiado a sus nidos. Pero este mierdoles paré, eché pie a tierra y contemplé la escena con la misma ilusión y emoción como cuando de niño esperaba ansioso a ver el capitulo de los viernes de "El Hombre y la Tierra". quizás fue durante esos viernes cuando mi cerebro decidió que sería importante para mi, incluso 35 años después.
1 comentario:
Muy bueno Pedro, pero cuando vayas en bici mira hacia delante que un día fijándote tanto en los pajarillos te vas a dar una buena.
Más de uno y de dos le debemos mucho a Félix y su, aún creo que ahora, vanguardista forma de mostrarnos la fauna ibérica. Yo tampoco me lo perdía.
Un abrazo.
Te iba a decir que a ver si nos cruzamos por el monte pero ayer se me fisuró la bieleta del amortiguador de la Scalpel...ahora a comprobar en mis propias carnes como funciona la garantía de Cannondale.
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