Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

domingo, 9 de agosto de 2009

DIARIO DE HOMO: Migrando a las tierras altas, el cansancio, la zozobra.



"Migrando a las tierras altas...", cuando pronuncio esas palabras cierro los ojos y sueño. Veo a los clanes de cazadores-recolectores que se movían al ritmo de las estaciones, al ritmo de las manadas de los herviboros astados, al ritmo de las floraciones, al ritmo de las temperaturas. Tambien veo a esas primeras poblaciones humanas en la Europa primigenia, en la Europa Glacial, veo unas formas de vida tan alejadas de las nuestras, tan ancestrales, tan naturales, tan duras, tan exigentes..., tan dependientes de la Madre.
Ya hemos migrado a las llamadas Tierras Altas, mis padres y yo, realmente no son tan altas, la partida del Pla de Colom, muy cerquita de la Sierra Calderona, esta a unos 170 metros de altitud, suficientes para suavizar las temperaturas nocturnas, suficiente para poder ver las cumbres de la sierra y para sentir como anochece, como el sol se cobija y como incendia las torres de cúmulos que han crecido a ultima hora de la tarde sobre las comarca de los Serranos.

Vuelvo a pasear en calzoncillos, sintiendo sobre mi piel desnuda la brisa del mar algo más fresca de lo habitual, viendo como las sombras caen sobre el pinar y a Norton, a Mia y a Cecil correteando como fantasmas entre las sombras..., no he podido salir más pronto. Estoy solo en el chalé con mis padres, he acostado a papá, madre lo ha hecho por si misma y yo aprovecho el poco tiempo libre que me dejan para dar un paseo al anochecer.

Ayer también salí a estas horas, algo mas de las nueve de la noche pero con las cigarras aún rechinando sobre los troncos de los pinos, volví a ver esas nubes de tormenta por encima de las copas, de nuevo tiñendo el cielo de ese rosa típico del ocaso, pero poco a poco tornándose de un azul marino mas intenso que del mismo cielo..., las observaba hasta que los chasquidos de la maleza y los gemidos de Mia me hicieron volver la cabeza hacia el bosque...,entonces lo vi, el conejo salió al camino y echó a correr hacia, no pude evitarlo y me “chivé” avisando a Norton con un grito.

- ¡¡¡Aquí Norton, aquí...!!!.

El conejo me pasó a un metro justo cuando mi lebrel salía del bosque de un salto, cayendo sobre la pista y viéndolo. Norton se lanzo a la carrera, me hice a un lado y pude verlo desarrollando toda su velocidad, acelerando, lanzando sus largas patas por delante, arqueando su espina dorsal, contrayéndola y volviéndola a extender con cada zancada...,hasta que el conejo volvió al pasto reseco y giro bruscamente izquierdas. Nortón vió el quiebro, giró su cabeza, el largo hocico..., pero durante las décimas de segundos que tardó en frenar y cambiar de dirección lo perdió de vista..., y yo también, volvió a acelerar y los tres chuchis se perdieron de nuevo entre el pinar. Yo seguí caminando, sonriendo y atravesando la nube de polvo que habían levantado..., eso fue ayer, hoy estoy dando el paseo en sentido contrario, casi o oscuras, no escucho a las cigarras, tampoco ningún lejano equipo de música contaminando la calma de los últimos minutos del día..., solo escucho los crujidos de Norton y Mia entre el bosque y muy cerca de mis sandalias los jadeos del pequeño Cecil pegado a ellas. Es tan diminuto que no puede seguirlos entre las matas de esparto, entre los espinos, entre las coscojas, pero a veces les sigue valiente y entregado.

Sigo caminando y me desentiendo de ellos, miro hacia las cumbres de la Calderona y las veo mas oscuras, ya no reciben los esos haces de magma que el sol envía antes de desaparecer tras los horizontes curvos del Planeta Azul..., ahora cada vez con menos colores, con menos contrastes, con menos sonidos, con menos detalles, con el chispazo de un relámpago distante, entre esos cúmulos que aún siguen creciendo hacia la troposfera..., cada vez veo menos, me salgo de la pista, me muevo por el bosque y percibo como algunas ramas que no veo se rozan contra mis piernas, contra mi cuerpo, contra mi rostro..., es el mismo paseo que daba a las tres de la tarde, es el mismo bosque, la misma pinocha que voy pisando, el pequeño barranco que atravieso, las espigadas matas de esparto que fotografiaba excitado en primavera y en las primeras semanas del verano..., de un verano que no me recuerda nada al del año pasado, incluso tengo la sensación de que ya estoy a finales del estio, de que todo ha pasado sin que me de cuenta. Imagino que es de nuevo esa falta de ilusión, ese decaimiento que me ha acompañado en las últimas salidas en bici, ha dado igual que fuese con la Bicipalo o con la Flaca. Me siento débil encima de ellas, sin capacidad, abatido y con dolores que surgen de entre mis fibras musculares, de entre mi propia mente, de mi psiquis desgastada..., pero entonces caigo en la cuenta de que hay algo distinto, sonrío imaginando a Joa dormitando en algún albergue, en algún convento o en las piscinas municipales de los pueblecitos manchegos que ha atravesado en su periplo por el Camino de Levante hacia Santiago, bueno realmente, mi galguita pedalea a lomos de Camino y cargada de alforjas hacia Finisterre. Salió a mediados de Julio, esa noche dormí con ella, la primera vez dos años y medio que dormía fuera de mi casa y en compañía de una persona que no era mi padre. Madrugamos y preparamos dos cafeteras de Marcilla mezcla, las saboreamos juntitos, en la estrecha cocina de su viejo ático y con la taza en la mano deambulé desnudo hacia su estudio. Me gustó ver a Camino preparada, con las cubiertas cambiadas, con el transportín listo y con la bolsa portamapas colocada ya en el manillar, el GPS en su sitio..., y tras ella, observé a Ainielle, su Scott CR-1 de carretera, de color azul, como a ella le gusta.

Nos despedimos un rato después, me dio un beso largo y profundo a través de la ventanilla de mi ranchera y me marché a trabajar. Poco después ella salía de Valencia en dirección a Xativa. Durmió en casa de una amiga y desde ese día no ha dejado de pedalear por Albacete, por Ciudad Real, por Toledo, tierra de galgos, del galgo que acompañó a Don Quijote en su primera cabalgada y que desapareció después, tras una rabona que jamás dejó de correr, por Ávila, por Salamanca, por Zamora, tierra de lobos, por Orense..., aún sigue viajando, llamándome todos los días a media tarde, contándome sus andanzas, sus aventuras, sus sensaciones, sus anhelos y confesándome sentimientos que me hacen feliz por unos instantes, por unos minutos hasta que mi padre me llama diciéndome que se hace de vientre o hasta que mi madre se levanta airada y maldice e insulta al mando a distancia de la televisión..., la demencia senil avanza lentamente, sus neuronas se apagan y fallan cada vez más, el desorden avanza poquito a poquito en su cerebro, en su neocortex, en todos sus lóbulos.

Norton es una silueta que sale y entra del bosque trotando, me mira..., apenas si le reconozco y vuelve a desaparecer. Mia y Cecil prefieren acompañarme..., solo la voz de Joa consigue hacerme sonreír, valió la pena darle agua aquella mañana en el aparcamiento de Porta Coeli, es curioso, recuerdo que fue la ultima vez que salí de largo, que salí con el pelaje invernal..., y caigo en la cuenta de que debo seguir escribiendo la tercera parte de “Pedaleando junto a Pilar Agulló, también llamada Joa”, pero no tengo demasiados ánimos, tampoco tiempo. La perspectiva de este verano es oscura como la noche que ya ha caído en el monte..., y Cecil se queda quieto, un chotacabras se acaba de posar en la tierra, el pequeñajo se acerca tenso y el ave da un vuelo y vuelve a posarse, Cecil avanza, vuelve a volar..., y así hasta que el pinsher regresa junto a mi jadeando y excitado ante su nuevo descubrimiento.

Este año todo parece haberse precipitado, yo estoy demasiado tocado, demasiado dañado y afectado tras seis años junto a mi padre, después del infarto cerebral, mi vida ha cambiado completamente y mis cuatro hermanas parecen haber dado por sentado que yo debo de encargarme de mis padres, también de debo de trabajar, de pagar todo lo que pagaba mi padre, de convertirme en su clon, de renunciar a mi vida, a mi mismo, a mis deseos mas básicos..., y hace poco ladré, protesté en voz alta, gruñí.

Joa viaja sola, no le importa dormir al raso, realmente no sabe donde va a dormir al final de la etapa..., ella es austera, sencilla, a veces pasa una noche al abrigo de una cornisa en los montes de Olocau, se calienta un café al amanecer en su hornillo y regresa caminando a su instituto a dar clases de literatura... y realmente temo que llegue a Finisterre, temo que regrese a Valencia y que yo no pueda estar con ella, que ni siquiera pueda ir a recibirla..., la soledad en el chalé es la primera de las represalias de mis hermanas por ese ladrido, por ese gruñido..., es triste, pero poco a poco se han ido diluyendo los vínculos sanguíneos que me unían a mi familia, a mis hermanas, a mis sobrinos y doy por sentado que cuando mis padres fallezcan les diré adiós para siempre, no se si duraré con Joa, si ella se cansará de la patética vida que llevo sin tiempo libre, sin un espacio mío, sin intimidad, sin derecho a nada y atado a mis padres, a sus vidas marchitas y dependientes.

Un estallido, un estruendo..., abro los ojos y escucho un ruido intenso, un murmullo atroz en medio de la oscuridad, ¿dónde estoy...?, ¿qué esta pasando...?, creo que llueve, deben ser esos cúmulos, esas nubes que veía en los Serranos que se han cernido sobre el Pla de Colom.

Llueve, escucho el impacto de las gotas sobre las tejas, sobre el techo del coche, reconozco los caños que caen desde el tejado, como rompen contra el hormigón de la acera y otro destello, un trueno y poco a poco el rumor se debilita, parece alejarse..., el tiempo pasa, duermo y creo que amanece, padre ronca, enciendo la luz de mesilla y veo que tiene el orinal lleno, debo de vaciárselo.





6 comentarios:

María Hernández dijo...

Ay, Pedro...éso es que aún no te has hecho a la idea de que "¡¡¡¡ ya estamos de vacacionesss!!!!.

Aprovecha esas lluvias, plántate en el jardín y deja que te "limpien" ese malestar. Tampoco te plantes muy profundamente, que luego no hay quien te saque, eh?, jeje.

Recuerda, amigo..soy momentos grises, pero no son definitivos, aunque lo parezcan.

Dicen que "las comparaciones son odiosas", pero en realidad lo que son una jodienda. Si te pones a comparar este verano como el pasado, mal vas, porque el pasado te pareció genial. Pero ¿y si lo compararas con el peor verano de tu vida? ahhh ahi las cosas van cambiando, no?.

Nuestra mayor infelicidad surge de la comparación.. "Mira aquél, que si viaje pa'l Caribe, que si vueltecita por Galicia, que si un coche nuevo o un piso que quita el sentido...y mírame a mi..aquí, solo, sin planes, sin..." Mal, muy mal.

Ya sé que ahora no lo podrás ver, pero está en uno mismo la capacidad para hacer cambiar las cosas y no tanto desde fuera, como desde dentro.

"Esta es mi situación, es la que tengo...¿qué puedo hacer para que cambie? ¿hay algo que me motivaría un poco?"

Pues bien, coge el azadón y en tus ratos de bajona métele caña a la huerta..dobla el espinazo, suda, cánsate y cuando la tengas preparada piensa en todas esas lechugas que vas a sembrar para las próximas ensaladas con Joa, por ejemplo.

Hay circunstancias que rodean a nuestra vida que no podemos "controlar",pero si podemos marcarle el "talante" que queramos. Depende de ti, o desayunas todos los días con vinagre o levantas la vista, saludas al sol y das las gracias por abrir tu corazón a todo lo bueno que está por llegar, poniendo una sonrisa como firma de tus intenciones.

Hay una frase que no sé si será verdad, pero por si acaso es mejor ponerla en práctica.."De lo que más hablas, más tienes". Habla de felicidad, Pedro, de buenos tiempos, de cosas bonitas, de alegrías y risas y coloca tu cuerpo a modo de antena receptora para que estés más pendiente de las cosas buenas que de las malas.
Empieza por terminar de escribir la tercera entrega de la pedaleada con Joa...la estamos esperando, xiquet. ¿Nos vas a defraudar?.

Anímate.. y disfruta de tus días, porque como éstos no volverán.

Besos desde mi posición de "vacaciones", jaja.

Pedro Bonache dijo...

Maria, Maria..., siempres estas ahí, susurrandome cosas, dandome consejos y derramando inteligencia y buen pensar,mejor hablar..., te doy la razón en todo,pero sabes que desde el invierno ando quejoso y cabizbajo. Sabes tambien que igual que me arrastro deprimido puedo dar saltos de alegria como los daban los podencos de tu abuelo, pero te admito que ultimamnente no me reconozco y eso me inquieta..., esta claro que aun es pronto para condenar a este verano, pero bueno, te diré que hoy he estado preparando la inscripcion para la matahombres, tambien mirando alojamientos, joa tambien la hará..., en fin, para mi eso es un acicate y un paso importante.
Muchos besos canariña bonita y vital.

ClaveDeSol dijo...

Bicipalo, es increíble esta entrada que has escrito. Es admirable lo que estás haciendo por tus padres y emocionante el amor que sientes por Joa y lo mucho que la admiras.

Que las fuerzas flaqueen es normal. Sólo es motivo del cansancio. Date un respiro y concédete un Kit-kat para recargar las pilas.

Pedro Bonache dijo...

Hola Mar..., se que estoy haciendo lo que debo con mi padre, es cuestion de humanidad..., suelo repetir mirando a la grada, en mi monologo imaginario, je, je, je.
Y Joa esta siendo eso, la agradable novedad, la brisa que sopla fresca..., creo que mañana llegará a Finisterre, despues se volverá en bus y si puedo iré a recogerla..., mas que nada para verla dormir despues de semejante viaje.
Por cierto Mar..., eso del cansancio o lo de un organismo descentrado me ha pasado factura remontando el famoso barranco de la Vigueta con la Bicipalo..., ¡¡¡me he tenido que parar y echar pie a tiera para respirar...!!!!, menos mal que no me ha visto nadie, al final he ido recuperando poco a poco, en fin..., espero que se me vaya despejando la mente un poco y que mi cuerpo vuelva a ser el que era.
Un besazo Mar y lo dicho, sigue observando, aprendiendo, empapandote del entorno positivo.

Ñita......Anto Ñita!! dijo...

No mires el futuro y tampoco mires hacia atrás,vive el presente y disfruta de lo que tienes ahora,intenta disfrutar de lo bueno que tienes en este momento,de los paseos con tus perritos,de la bici,de Joa...
No creo que sea la más adecuada para darte consejos en estos momentos pero a veces, nos liamos tanto con las cosas negativas que nos están pasando, que no somos capaces de aprovechar esos pequeños momentos de felicidad que nos ofrece la vida,dejate llevar por lo que estás sintiendo,y ya verás como todo es más fácil de lo que parece.....

Besos.

Pedro Bonache dijo...

África..., todo es mas fácil cuando dejas un comentario por aquí, o cuando miro tu foto y veo tu sonrisa y tus coletas..., quien me iba a decir a mi que terminaria saliendo con una ciclista que lleva trenzas...., ¿o acaso coletas, je, je,je...?.
Intento eso que me aconsejas, tambien lo que me sugiere Maria o Mar..., es como nadar en aguas revueltas, a veces sacas la cabeza, respiras, reposas..., hasta que otra ola te sumerje durante unos instantes..., muchos besitos, África, pero que muchos.