El otoño no viste a la Sierra Calderona de ocres ni de amarillos, tampoco crea mantos de hojas marchitas sobre la tierra o sobre sus lajas de rodeno. El invierno llega a la serranía apagando sus verdes y llenando de calma y silencio sus valles y sus cimas, no se escucha el aleteo de los caducifolios cuando el viento sopla desde el norte, no hay remolinos de hojarasca..., pero a veces encuentras una pincelada de color, como si la serranía sonriese y se dejase maquillar con una caricia de color....,que he podido contemplar cuando descendia con la Bicipalo hacia la Font del Berro.
sábado, 14 de diciembre de 2013
UNA PINCELADA DE COLOR EN LA SIERA CALDERONA.
El otoño no viste a la Sierra Calderona de ocres ni de amarillos, tampoco crea mantos de hojas marchitas sobre la tierra o sobre sus lajas de rodeno. El invierno llega a la serranía apagando sus verdes y llenando de calma y silencio sus valles y sus cimas, no se escucha el aleteo de los caducifolios cuando el viento sopla desde el norte, no hay remolinos de hojarasca..., pero a veces encuentras una pincelada de color, como si la serranía sonriese y se dejase maquillar con una caricia de color....,que he podido contemplar cuando descendia con la Bicipalo hacia la Font del Berro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Preciosa la primera foto Pedro y mira que hemos pasado veces...
Precioso día te ha salido también.
Eso iba decir preciosa foto! Salta a la vista estos colores en medio de los Pinos.
bbbsss
Jesus, aunque pasemos tantas veces, siempre hay matices, nuevos ¿eh...?, eso es lo que mola.
Y Dorita...., ahí está el secreto de la foto, casi nunca vemos esos colores en la Calderona..., ¡¡¡ todo son pinossssss...¡¡¡¡¡
Publicar un comentario